Los problemas medioambientales asociados al plástico en el medio y su huella de carbono, vinculada a su transporte y producción, han motivado la búsqueda de nuevos bioplásticos cuya producción sea sostenible, explicó el investigador.
Pamplona , Navarra, España – TodoElCampo – La Universidad de Navarra (España) desarrolló un método de fabricación de bioplástico degradables desde residuos de lana de oveja y plumas de pollos, al que se llegó buscando una alternativa al millón de toneladas de plásticos que invaden los vertederos del país.
El investigador del Instituto de Materiales Avanzados (Inamat) de la Universidad Pública de Navarra (Upna) Dr. en Ciencias Químicas Borja Fernández-d’Arlas Bidegain (foto) desarrolló un método “sencillo y limpio” para extraer queratinas de los residuos de lana de oveja y de plumaje de pollos, y fabricar con estas proteínas bioplásticos degradables*.
“Los problemas medioambientales asociados a la acumulación de plásticos no degradables en el medio y su huella de carbono, vinculada a su transporte y producción, han motivado la búsqueda de nuevos bioplásticos cuya producción sea sostenible y que, una vez acabada su vida útil, sean fácilmente integrados en el medio ambiente”, dijo el investigador.
La disminución de la huella de carbono es posible con el uso de materias primas locales y la optimización de la gestión de residuos, sin olvidar que el desarrollo de bioplásticos a partir de la revalorización de residuos agroindustriales (como la lana y el plumaje de aves) fomenta la economía circular, señala un artículo publicado en la web de la Universidad de Navarra.
“Algunos países, como España, tienen una gran tradición en la crianza de ovejas para la producción de quesos tipo Idiazábal y Manchego. Sin embargo, debido a la mala calidad de estas lanas para su uso en textiles, son considerados residuos”, dijo Borja Fernández-d’Arlas.
La producción anual de lana en España es de unas 50.000 toneladas y la de plumaje 100.000 toneladas.
El artículo de Upna agrega que el 50 % de los plásticos utilizados en España son depositados en el vertedero generando más de un millón de toneladas por año lo que supone “un no despreciable porcentaje potencialmente sustituible por bioplásticos degradables derivados de residuos queratinosos”, expresó el químico.
LA QUERATINA Y SUS CARACTERÍSTICAS.
Borja Fernández-d’Arlas Bidegain explicó que “la queratina es una proteína fibrilar que ahora se emplea como aditivo en cosméticos. Debido a su estructura macromolecular, la queratina tiene también potencial de ser empleada como componente de fibras textiles avanzadas”.
El método de extracción de esas queratinas, publicado en la revista European Polymer Journal de la editorial Elsevier, se basa en estudios previos del investigador Joaquín Gacén-Guillén (1964) sobre el blanqueo de la lana. “Lo que para aquellos autores era malo para el blanqueo, porque disolvía la lana, es bueno para la extracción de queratinas. El método es sencillo y limpio, o si se quiere, ‘verde’, pues presenta altos rendimientos extractivos usando un método oxidativo con el empleo de agua oxigenada en un medio básico —afirma—. A diferencia de otros, este método es altamente eficiente y no genera residuos tóxicos. Además, la ventaja del método oxidativo es que las queratinas resultantes son más solubles en medios acuosos. Esta característica puede ser interesante para la industria y otros campos, tales como el de la alimentación, la farmacología, el tratamiento de aguas o la cosmética. Esta metodología ha permitido obtener biopelículas de queratinas”, afirma la publicación.
LA INVESTIGACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA CONTINÚA.
Los siguientes pasos de este proyecto de investigación consisten en estudiar el comportamiento térmico de estas queratinas.
“Esto tiene por objeto analizar las posibilidades de procesar estas proteínas en bioplásticos mediante metodologías comunes a otros plásticos, tales como extrusión o inyección, o utilizarlos como materiales para la impresión en 3D de bioestructuras de proteínas para regenerar tejidos”, concluyó Borja Fernández-d’Arlas.
(*) La técnica también es viable para producir apósitos con los que regenerar tejidos del cuerpo humano, desarrollar excipientes (sustancias que se mezclan con medicamentos para facilitar su dosificación y uso o darle consistencia o sabor) o elaborar textiles nanoestructurados (mallas entretejidas en las que las fibras y los poros tienen dimensiones del orden de nanómetros), que se preparan mediante una nueva técnica denominada electrohilado, informó la Universidad de Navarra en el artículo publicado en su página web.
(En la foto el investigador Borja Fernández-d’Arlas Bidegain posa en su laboratorio del Instituto InaMat de la UPNA, sosteniendo lana, en una mano, y el bioplástico transparente final, en la otra).