Las exportaciones argentinas totalizaron casi 63 mil toneladas equivalente carcasa (tec) en julio, 6% menos que en junio y 27% más que hace un año.
China volvió a mostrar su fuerte incidencia en las ventas al exterior, de 74% en volumen y 64% en valor, similares a los números del último cuatrimestre, que son récord.
No fue casual que los pequeños retrocesos en las compras mensuales de ese país en el último trimestre se reflejaran en caídas equivalentes en el total embarcado.
Variaciones en un mes y en un año
En julio se embarcaron 42 mil toneladas peso producto, 2.500 menos que en junio, por las mermas de 2.800 t a China y de 1.600 t a Europa, que fueron compensadas parcialmente por 700 t y 1.100 t más a Israel y Chile, respectivamente. El resto de los destinos tuvo cambios menores.
En cuanto al incremento de 9 mil t con respecto a 12 meses atrás, se justifican en subas de 13 mil t hacia China y de 600 t hacia Israel. Otros importantes destinos redujeron sus compras en relación a julio anterior, principalmente Rusia (-3.200 t), Europa (-1.100 t) y Chile (-400 t).
Los precios FOB siguen mejorando
En julio el promedio de la tonelada peso embarque FOB fue de USD5.530, 1% menos que en junio y 5% superior al de hace un año.
En nuestra serie de precio promedio ponderado para los principales cinco grupos de producto/destino, que representan el 95% del total, con participación fija para cada uno en base a su desempeño en 2018, el valor de julio fue 1% superior a junio y 8% mayor al de hace un año.
Es el mejor mes desde el pico de noviembre de 2017, cuando era 4% superior al actual.
¿Cómo cerrará el año?
Si bien los registros del trimestre mayo-julio muestran volúmenes levemente decrecientes, desde las 69 mil tec de mayo a las 67 mil de junio y a las 63 mil de ahora, en conjunto la proyección anual de semejantes cantidades acaricia las 800 mil tec en un año, volumen no alcanzado por la Argentina en muchas décadas; no menos de seis.
Esto no significa que 2019 pueda terminar con ese volumen, sino que se describe para destacar la potencia de la actual coyuntura exportadora, tanto por motivos internos como de demanda externa.
En el corto plazo, tenemos hacia adelante el efecto de una nueva devaluación del peso, que aún no se había reflejado en los números de julio, pero también una previsible menor oferta de vacas, categoría que constituye un porcentaje históricamente alto del total, y, por supuesto, la incertidumbre de origen político.
Así que se pueden empezar a hacer apuestas acerca del número con el que terminará este año.
