Si bien desde hace casi un año la actividad del feedlot atraviesa una difícil situación por el desalineamiento de los valores de la invernada con el gordo y el costo del alimento, algunos indicadores comienzan a dar señales de mejora.
En ese contexto, la ocupación al 1º de abril fue del 55%, cuatro puntos menos que un año atrás, mientras que en marzo, la misma fue tres puntos menor en la comparación interanual. Si bien los datos siguen siendo negativos, si miramos los de enero y febrero, vemos que el retroceso había sido de 9 y 7 puntos, respectivamente.
Estos resultados, como los que siguen, surgen de un informe de la Cámara Argentina de Feedlot en base a las respuestas de 92 establecimientos a la encuesta mensual que hace la institución.
El índice de reposición en marzo fue de 1,36 frente a 0,96 de hace un año. Esto mide cuántos animales ingresaron a los corrales en relación a los que salieron. Este marzo las existencias han crecido a diferencia de hace un año.
Esos ingresos representaron el 17% de la capacidad de esos feedlots, que es el número más alto desde marzo de 2020, a excepción del 19% de mayo pasado.
A su vez, el índice de egresos (animales salidos en relación a la capacidad total) fue de 12,5%, número que sólo tiene tres meses más bajos de los últimos 13.
Por último, el margen bruto en marzo fue de $932 por animal, que es el primer valor positivo desde mayo del año pasado.
Esto no implica que los feedlots hayan ganado dinero en marzo, ya que no hay indicaciones acerca de los costos fijos, que pueden variar mucho de un establecimiento a otro, pero sí que se salió de una situación muy penosa que se sostuvo a lo largo de diez meses.