Un caso inédito se dio en un establecimiento agropecuario cercano a San Basilio, Córdoba. Se trata de una ternera que nació con un linfoma de tres kilos, similar al tamaño de una pelota de fútbol.
La neonata llamada Aurora estuvo bajo cirugía durante tres horas y media, hasta que el personal médico logró extirpar el linfoma. La ternera nació con una malformación congénita, tenía un linfagioma quístico en la zona cervical.
Durante el procedimiento intervinieron médicos veterinarios, colaboradores y estudiantes de la guardia del hospital universitario. El trabajo fue llevado adelante por los médicos veterinarios, especialistas en Ciencias Clínicas, del área de Medicina y Cirugía Experimental del Departamento de Clínica Animal de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, Oscar Luján, José Luis Sereno y Marcelo Iraci, informaron desde la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC).
Para la intervención, Aurora estuvo bajo sedación profunda. Desde la UNRC destacaron que se trata de un caso sin precedentes en la medicina veterinaria. Se espera que sea reportado a la comunidad científica por sus particularidades y por el éxito de la operación.
Apenas nació, la ternera fue trasladada al hospital universitario con el objetivo de brindar una solución. “Del tronco de su cabeza a la altura de la articulación atlanto occipital, salía una protuberancia, por lo que los médicos veterinarios decidieron hacer una ecografía para definir los pasos a seguir”, explicaron desde el área de comunicación de la UNRC.
Aurora es de raza Aberdeen Angus, y la bolsa que los cirujanos extrajeron del cuerpo de Autora tenía gran cantidad de líquido linfático acumulado, una masa tumoral y un cordón de comunicación que se extendía a lo largo de toda la cavidad, en una conformación con una importante irrigación sanguínea, explicaron los veterinarios.
En este sentido, explicaron que se trató de un tumor del sistema linfático, que es de origen embrionario y se produce por la obstrucción del drenaje de los sacos linfáticos. “A pesar de las dificultades que le ocasionaba esa bolsa que le colgaba desde la nuca, la ternera para el momento de la cirugía ya había ingerido calostro. Al otro día, volvió al campo y mamó de su madre. Llegó al campus a las 9. Se le hicieron los estudios previos. Y comenzamos a operarla a las 10 y media. No había comprometido ningún tejido vital. Ahora es un animal totalmente normal. No se han observado secuelas”, explicó a Argentina Investiga Oscar Luján, doctor en Ciencias Agropecuarias.
Por su parte, José Luis Sereno, médico veterinario, señaló: “Era un linfagioma quístico. Es neoplásico, es tumoral, de origen embrionario. En medicina humana hay un caso casa 50 mil niños nacidos vivos. Tenía un gran peso que le molestaba para mamar. A las pocas horas de nacido se agrandó mucho la protuberancia”.
Tras la exitosa operación, Aurora volvió al establecimiento para reencontrarse con su mamá y seguir con la lactancia. El cuerpo médico destacó este hecho como un caso inédito y que será compartido con la comunidad científica.