En la región bonaerense de la cuenca del Río Salado existen estudios que describen bajas concentraciones de selenio en bovinos para carne. En rumiantes “su transferencia de la vaca a la descendencia se realiza principalmente a través de la placenta y en menor proporción a través de la leche”. “La vaca gestante utiliza las reservas de selenio para abastecer en forma adecuada las necesidades del recién nacido”. Sin embargo, según comentan los técnicos de la Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA que han investigado sobre el tema, “es necesario generar información sobre los momentos estratégicos para la suplementación parenteral en rodeos para cría bovina”.
Con el objetivo de evaluar el efecto de la suplementación parenteral con selenio inorgánico en vacas gestantes y su descendencia sobre selenio en sangre, profesionales de la Experimental realizaron un estudio sobre 67 vacas Angus multíparas preñadas por inseminación artificial a tiempo fijo, en el Campo experimental Colonia Ortiz Basualdo.
Para el ensayo, a los 60 días de gestación, las vacas fueron aleatoriamente divididas en dos tratamientos, con y sin selenio. El tratamiento con selenio, integrado por 33 vacas, “fue suplementado durante la gestación en cuatro momentos por vía parenteral con una solución que contenía 114 mg/100ml de selenito de sodio”. La dosis utilizada fue 0,05 mg/kg y la frecuencia de aplicación fue cada dos meses, con inicio a los 60 días de gestación y finalizando a los 240 días de gestación”.
Por otro lado “el tratamiento sin selenio, conformado por 34 vacas, no recibió suplementación”. Durante la temporada de parición, los terneros respectivos a cada tratamiento fueron incluidos en el estudio. Los terneros nacidos de las vacas tratadas con selenio fueron suplementados por vía parenteral, con la misma solución y a igual dosis mencionada anteriormente, en 3 momentos: a los 90, 104 y 140 días de vida. Mientras que los terneros hijos de vacas sin selenio no recibieron suplementación”.
Para determinar la concentración de selenio en sangre el estudio contempló análisis a los 60, 120, 180 y 240 días, mientras que en los terneros a las 48 horas post parto y a los 30, 90, 104 y 140 días de vida.
Con el estudio los técnicos del INTA Cuenca de Salado observaron que “la concentración en sangre en vacas CON y SIN Selenio, al inicio del tratamiento, fue similar (p<0,05) y reflejó una deficiencia severa”. La aplicación parenteral de selenito de sodio, tanto en vacas como en su descendencia, “provocó un aumento de la concentración de selenio en sangre en el tratamiento CON respecto al SIN”.
La descendencia del tratamiento CON “tuvo una mayor selenio en sangre dentro de las primeras 48 horas de vida y a los 30 días de vida y sin que se registren diferencias a los 90 días de vida”. Este comportamiento, según los profesionales a cargo del trabajo, “reflejaría el efecto del tratamiento sobre la generación de una reserva hepática de selenio en el feto durante la gestación” y probablemente “el agotamiento de la misma durante los primeros meses de la vida”.
Con el estudio los técnicos de la Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA concluyeron que “la administración parenteral con selenio inorgánico durante la gestación y entre los 30 y 90 días de vida del ternero podría ser considerada como herramientas claves para elevar la concentración de selenio en sangre en vacas y terneros para cría bovina”.