Teniendo en cuenta la temporada de altas temperaturas, se vuelven a encender las alarmas por las enfermedades equinas transmitidas por algunas especies de insectos hematófagos como el tábano y el mosquito.
Durante esta época, el aumento de lluvias y la elevación de las temperaturas permiten que los vectores que transmiten el virus de la AIE y de las encefalomielitis equinas se multipliquen fácilmente.
Por tal motivo, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recuerda a los productores equinos:
– Utilizar insecticidas y repelentes para el control del tábano en el animal y/o en el ambiente.
– Mantener buenas condiciones de higiene en el establecimiento.
– Realizar al menos dos veces al año diagnósticos de AIE y obligatoriamente antes de movilizar equinos.
– Verificar que alrededor del establecimiento no haya terrenos pantanosos o acumulación de agua, materia fecal o basura, que puedan favorecer la proliferación de tábanos y mosquitos.
– En caso de que los equinos se encuentren en zonas con espejos de agua y aves, vacunar contra encefalomielitis equina del Este y Oeste.
La prevención es clave para evitar la transmisión de estas enfermedades, por eso el año pasado el Senasa lanzó la campaña de comunicación “Tomemos las riendas”, destinada a informar a productores y tenedores sobre pautas y recomendaciones para prevenir la anemia infecciosa equina y preservar el estatus sanitario alcanzado por la Región Patagónica como zona libre de esta enfermedad.
En este sentido, los productores pueden colaborar para evitar la difusión territorial del virus y el incremento de equinos portadores realizando un cumplimiento responsable de las medidas de prevención y control de estas enfermedades.