Durante la 5° Jornada Nacional de Actualización Técnica de CAIR, la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales, su presidente y referente en el sector brindó declaraciones sobre el actual mercado de tierras en el país.
De esta forma, Javier Christensen analiza: «Hasta abril de este año veníamos con una actividad creciente. En la Cámara medimos con un índice, que había llegado a 46 puntos de actividad. En mayo, junio y julio la actividad se resintió. En el último mes la actividad fue baja, de 29 puntos respecto a los 46 de abril. Cuando más lejos de los centros urbanos importantes, donde la gente desconoce el mercado financiero, sigue comprando tierras».
«Creo que este cimbronazo nos pegó y tenemos expectativas de crecer. Creemos que puede haber un rebote en un plazo más corto que largo. El campo es un activo que es un resguardo de valor cuando hay crisis, y es un activo que no aumentó de valor en los últimos años. Con la devaluación mejoró la rentabilidad, lo que hace a un negocio interesante», agregó el presidente.
Sobre el impacto de la devaluación, y que elegir, Christensen advierte: «El campo siempre está dolarizado. Lo que produce también. No vemos una merma en los valores, se notó en zonas marginales, operaciones con plazos. Comenzó a financiarse con el vendedor. Años de plazo, quintales, kilos de carne, o dólares para cerrar los negocios. Cuanto más marginal el campo, se resintió el valor con las contraofertas. En zona núcleo no hay mucha financiación, los precios son estables. El ánimo del vendedor no es liquidar lo que tiene».
ARRENDAMIENTOS
De esta forma se refería el presidente CAIR sobre la compra y venta de tierras, pero otro aspecto a tener en cuenta es de los alquileres. Es por esto que agrega: «Arrendamientos comenzó el año con muchas dudas luego de la sequía y las inundaciones. Si pensamos que el 70% del país está en manos de terceros, están todos complicados económicamente. Aun así fue muy firme este año. Para la fina se espera una buena cosecha, sobre todo en la zona núcleo, donde hubo mucha demanda por el trigo. Los campos buenos que no sufrieron los efectos climáticos tuvieron valores muy firmes y más altos que el año pasado. En zonas marginales, hubo que bajar un poco el valor porque faltaba demanda. Pero se alquiló todo, no hubo problema para alquilar».
¿ES EL MOMENTO DE INVERTIR?
Esa fue la pregunta central, y Javier Christensen responde: «Creo que es un buen momento para entrar al negocio. Por una parte, cuando la demanda es muy firme, te cuesta comprar el campo que vos querés. Encontraste el campo, y delante tuyo hay uno más que llegó. Los campos buenos se venden rápidamente y se muestran hasta 10 veces por mes y no tenés muchas chances. Hoy tenés posibilidad de elegir con mayor calma y podés negociar. Es un activo que pesa en la inflación que hay en dólares, que todos los años 2o 3% se devalúa. En los últimos 7 años no aumento de valor. La devaluación actual mejoró mucho la rentabilidad. Lo que viene va a ser una suba de valor en la hacienda, por lo que en todo el negocio ganadero va a haber demanda. Lo creo un sector importante».
En ese tono, José Cadín, inmobiliario de la zona de Santa Fe, estima que es uno de los mejores momentos para entrar al negocio.»Los campos están en un piso, sobre todo los campos ganaderos o mixtos. Se han abierto nuevos mercados para la carne y son procesos de mediano y largo plazo. Comprando bien, el campo es un resguardo de valor. Nunca envejece, hay poco, y hay muchos campos buenos que están a la venta. Hay que tener buen asesoramiento».
NUEVAS HERRAMIENTAS
Cadín releva durante la charla con Agrofy News lás nuevas herramientas digitales, y su importancia: «La tendencia del siglo es hacia las nuevas tecnologías. Internet juega un papel preponderante. Una persona que busca comprar un inmueble rural consulta en muchos lugares, no solo en los diarios de papel. Se busca en internet y diferentes opciones. Herramientas como Agrofyson muy buenas, dan buen resultados, poniendo información, fotos y decir la verdad. Lo principal es decirle la verdad al vendedor y tasar bien el campo. No hay que generarle expectativas superiores a las del mercado. Eso hace que las cosas fracasen. La gente cree que sus campos valen más que la realidad».