“La estrategia está puesta en construir una granja de alta eficiencia, diseñar una relación con la agricultura más inteligente, mejorar y crecer en la cadena de valor, son el norte que nos hemos planteado”, señala Francisco Servetto en su exposición en las 8va Jornada de la Cadena de la Carne Porcina que se desarrolló en Oncativo (Córdoba).
“El panorama está bravo, pero tenemos que mantener la guardia alta y comprender que este negocio responde a ciclos, y en este momento necesitamos hacer ajustes y tratar de mejorar en la eficiencia. Y tratar de integrar, y asociarnos, aun sabiendo que es una cuestión cultural donde es más costoso dar pasos”, señalaba en la previa un pequeño productor de Villa Ascasubi.
Servetto repasó los parámetros que rodean a la producción en esta región, y dijo: “El maíz pasó de $170 a 400; la soja se fue de 370 a $780; el dólar trepó de $17 a 28,5, y a ese combo se le suma el aumento del combustible, la liberación de la importación de carne y la reducción del IVA al 10,5%, que en algunos establecimiento ha introducido un sensible perjuicio. Con todas estas cuestiones, producir un cerdo cuesta $1350 más que el año pasado”, tiró el criador ante una sala que asentía en silencio.
“Si a esto le sumamos los $200 que se pierden por cerdo mensualmente por asiento administrativo entre Iva compra y venta, y le restamos $400 de una mejora en el precio del capón, que se fue de $25 a 29. Nos queda que el cerdo nos cuesta $1230 más que el año pasado. Para empatar el capón debería aumentar $10 por kilo”, concluye el productor, y propone: “Como pueden observar, son todos parámetros generados tranqueras afuera de la granja, debido a decisiones que se toma en la esfera nacional, y allí no podemos ejercer demasiada influencia. ¡Donde sí podemos trabajar es tranqueras adentro!”.
Mirar hacia adelante y cambiar
Servetto dice que en maternidad hay números para mejorar, lo mismo que en gestación. “Hubo cierto impacto de enfermedades respiratorias, de influenza y de rinitis. Creo que hay que poner el foco en objetivos futuros y tener como premisa mejorar, o bien perder menos”, recomienda el productor.
Los números de Aprocer son su mejor presentación: fertilidad mayor al 90%; tasa de parto, 90%; 28 lechones destetados por madre por año; 14 lechones nacidos por parto; 12 destetados por madre/parto; 1,2 kilogramos al nacer y 6,2 kilos al momento del destete. De todos modos, la mira está puesta en mejorar y ganar en eficiencia, y para ello la Asociación tiene, entre otros, un plan de trabajo con objetivos en avance en la cadena de valor.
Entre los proyectos en que se trabaja está terminar el segundo galpón de engorde, avanzar en una planta de alimentación propia, invertir en un sistema de generación de energía fotovoltaica y resolver la cuestión de tratamiento de efluentes.
“Creo que debemos dejar de vender animales en pie y tratar de vender medias reses. Aunque no son cosas para resolver en corto plazo, debemos pensar también en llegar a puntos de venta con cortes frescos”, cerró el expositor.
Osvaldo Iachetta