La histórica sequía de la última campaña agrícola provocó una pérdida de alrededor de USD 8.000 millones en la economía fundamentada principalmente en la caída de casi 20 millones de toneladas de soja y 10 millones de toneladas de maíz.
Los analistas más importantes del mercado de granos ya están haciendo cálculos para lo que viene en la presente campaña 2018/19. Si el clima acompaña, el aporte del campo a la economía podría ser más que significativo.
«En 2019 tendremos USD 11.850 millones adicionales. Esto debería dinamizar la demanda agregada y, por ende, daría espacio para el crecimiento del PBI en el año próximo», comentó a LPO el consultor económico, Salvador Di Stefano.
En el ciclo 2017/18 se cosecharon apenas 35 millones de toneladas de soja, mientras que para la próxima campaña (que empieza en diciembre) se esperan alrededor de 57 millones. «Esto implica unos 8.000 millones de dólares extra», dijo el analista.
En maíz, Di Stefano señaló que «el año que viene habrá una cosecha en torno a las 50 millones de toneladas, muy por encima de las 31 millones de toneladas producidas el año pasado. Esto son USD 3.325 millones adicionales».
En el caso del trigo, por su parte, el aumento no sería tan importante porque la sequía no afectó a este cultivo. «Venimos de una cosecha de 18,5 millones de toneladas y ahora se esperan 21 millones; es decir USD 535 millones más», estimó Di Stefano.
Impacto en el PBI
Las primeras estimaciones del sector privado indican que para la campaña 2018/19 habrá una producción agrícola total del orden de las 130 millones de toneladas. Esta cifra representaría un 30% más de lo que se alcanzó este año, según cálculos de Globaltecnos.
Un estudio elaborado por la consultora Ecolatina estima que el aporte del sector agropecuario al crecimiento económico del 2019 podría llegar hasta 1,5% en momentos en los cuales se espera un recorte en la obra pública y una caída del consumo.
El presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, manifestó a este medio que «las cifras demuestran que el campo seguirá poniendo el hombro y será el protagonista principal de la recuperación económica el año que viene».
Iannizzotto destacó la necesidad de llevar adelante medidas que alienten la producción como la baja de costos financieros, impositivos y la realización de obras de infraestructura. «La actividad económica está siendo afectada por las altas tasas de interés», reiteró.