Los ensayos preliminares lograron una reducción del 90% en las emisiones y ahora se buscará demostrar que es seguro para vacas lecheras. El desarrollo, que podría utilizarse para la producción de carne, recibió el respaldo del Gobierno de Nueva Zelanda, con una subvención de USD5 millones, y de superar las pruebas se lanzaría al mercado…