Las bases de Federación Agraria Argentina (FAA) de la zona cuyana expresaron hoy su gran preocupación ante la propuesta del gobierno nacional de cargar con un impuesto mayor al consumo de vino. “Esto sería un golpe de gracia para muchos productores de la región. Somos un sector que ya viene muy golpeado por años malas políticas y contingencias climáticas, como granizo, heladas o excesos de lluvias”, dijeron los federados en un comunicado.
Con respecto al impuesto que propuso el Poder Ejecutivo como parte del nuevo paquete tributario y que se discutirá en el Congreso Nacional, FAA señaló: “Es una medida que desalienta el consumo y la producción. Mientras todo el arco vitivinícola está haciendo un gran esfuerzo para revertir los problemas, el gobierno nos pone otra mochila pesada en la espalda y ‘festejamos’ que gracias a la gestión del gobierno provincial fueron benevolentes y se rebajará a la mitad de lo previsto”.
Para FAA, en lugar de crear nuevas alícuotas, “debería fortalecerse la marca “Vino Argentino bebida nacional”, designación de promoción para alentar el consumo y valorar a un sector que contribuyó con diferentes pueblos a lo largo del pie cordillerano, que emplea una gran cantidad de mano de obra y genera arraigo alrededor de la producción de esta bebida milenaria, cuando los factores económicos y políticos ayudan, en lugar de perjudicar”.
E ironizaron: “Creemos que estas cosas no haría falta explicarlas, pero parece que las planillas de Excel no entienden de cultura, trabajo, ni esfuerzo”.
Los federados consideran que lo que se necesita son políticas que incentiven el consumo, el desarrollo de la producción y del valor agregado. Ya no se trata de eficiencia, palabra tan en boga en estos días. Nosotros intentamos ser lo más eficientes que podemos, pero para ello también es necesario que el Estado sea eficaz en la toma decisiones, con enfoques proactivos, porque de otra forma jamás llegaremos a alcanzar la efectividad del objetivo”, concluyeron.