En octubre se despacharon a faena 1,16 millones de vacunos, marcando 9% de aumento sobre septiembre y nada menos que 16% sobre octubre previo. Hay que remontarse a mediados de 2013 para encontrar subas interanuales de este porte.
Como los tres meses mencionados tuvieron 21 días hábiles cada uno, no hay que hacer ajustes para comparar de manera más precisa.
En los primeros diez meses del año la faena resultó 8% mayor que la de hace un año y en los doce meses terminados en octubre el incremento interanual fue igual. Tomando el último trimestre, el salto en doce meses fue de 10%.
Octubre es el undécimo mes consecutivo que muestra aumentos con respecto al mismo mes del año anterior (con la ya mencionada excepción de febrero que, al hacer el ajuste por días hábiles, también arroja un incremento interanual).
Asimismo, la participación de hembras en la faena presentó un ascenso, a 43,4%, tras varios meses de relativa estabilidad. Es el tercer mes más alto del año para esta variable.
En síntesis, tanto la faena total como la de machos y de hembras, por separado, están siguiendo un curso ascendente, así las tomemos de a un mes, de a trimestres móviles o de a años móviles.
Sin embargo, la pendiente que sigue este crecimiento es más suave que la que caracterizó a estas curvas entre 2011 y 2014, según el caso, después de la salida de la fuerte retención de 2010, en parte, porque la retención no ha sido tan marcada en el actual ciclo y porque los ánimos y las perspectivas para la ganadería son mejores ahora que entonces.
Sobre el stock
Otro tema a considerar es que una parte de estos incrementos también están relacionados con el aumento de las existencias. El número de vacas en marzo último se estimó en 23,3 millones. En los últimos años cuatro años crecieron a un ritmo de 1,6% promedio anual, acumulando 6,5% en el cuatrienio; y un 16% desde 2011.
Aunque no hubiera habido ningún avance en materia de productividad (terneros logrados por vaca por año) como promedio nacional, como creemos que no lo hubo, necesariamente tiene que sobrevenir un aumento en la faena de equilibrio.
Entonces, la mayor parte del incremento que estamos viendo responde a este hecho y, en menor medida, a un enlentecimiento de la retención.
Por este motivo, consideramos que no asoman riesgos de que el ciclo se revierta en un plazo prudente.