La faena argentina totalizó 1,23 millones de cabezas en julio, 2% más que en el mes anterior y 3% menos que hace doce meses.
Si los números se ajustan por días hábiles de cada mes, las comparaciones se invierten: baja 3% intermensual y 2% arriba en relación a julio de 2019. Pero siempre dentro de un marco muy acotado.
Lo más llamativo del mes pasado es la nueva y fuerte baja en la proporción de hembras. Con 45,9% es más de un punto menor a la de junio y 4 puntos inferior a la de mayo, cuando fue el pico reciente que despertó, nuevamente, alarmas por una supuesta liquidación.
Con este porcentaje, julio se convierte en el mes más bajo en casi dos años, siendo el menor nivel desde septiembre de 2018.
La tendencia suavizada de la faena en el último año muestra un gradual aumento en el total, que podría estar mostrando un quiebre desde ahora en julio, motorizada por un claro incremento en la de machos, parcialmente neutralizada por el menor número de hembras destinadas a frigorífico.
La faena según dentición
Con números provisorios para julio, la caída interanual del 9% en la faena de hembras está compuesta por una reducción mayor, que alcanza al 31%, en las de 6 dientes, animales en plena edad productiva. Las hembras con 8 dientes retrocedieron 14% mientras que las de 2 y 4 dientes lo hicieron en 7-8%.
Por su lado, los machos componen su aumento interanual de 3% con 6% más de animales jóvenes (2 dientes) mientras que las demás categorías muestran reducciones del 10%, para los de 4 dientes; del 25%, los de 6; y del 60%, los de 8.
En definitiva, teniendo en cuenta todos estos datos, la faena argentina sigue mostrando señales de una ganadería saludable.