La emisión de DTEs marca una suba del 12% en los envíos a frigoríficos, en línea con los últimos meses. La categoría que más creció fue la de vacas, con énfasis en las de 8 dientes, mientras las vaquillonas sólo lo hicieron en 6%. “Las buenas expectativas a mediano plazo están llevando a los productores a sostener sus existencias”, analiza Miguel Gorelik.
Con el dato de los DTEs emitidos para faena el mes pasado, que nunca coinciden con la faena real, pero básicamente siguen su movimiento, se pueden adelantar algunos apuntes, mientras aparecen las cifras finales.
En marzo, la intención de enviar animales a faena aumentó 12% con respecto al mismo mes del 2022.
Esto va en línea con el aumento interanual que venimos informando en los últimos meses, y que atribuimos más al ciclo ganadero que a la sequía. Pero como este marzo fue más largo en días hábiles, el aumento diario fue de 8%, lo que reduce la diferencia.
La categoría que más aumentó fue la de vacas, con 24%. Esto sí que puede estar más alineado a la sequía y al seguro retroceso en los porcentajes de preñeces.
Pero las vaquillonas, otra categoría proclive a sufrir en épocas de seca y de precios debilitados, sólo aumentaron 6%, lo que pone en debate al párrafo anterior.
Además, como veníamos viendo en los meses anteriores, el aumento es mucho mayor con las vacas de ocho dientes que con las de seis, que hace tiempo vienen retrocediendo, lo que no puede denotar un intento de bajar existencias.
Las otras dos categorías importantes, novillos y novillitos, se ubicaron con aumentos en el entorno del promedio (11 y 9%).
La comparación con febrero mete miedo, de entrada, porque se trata de un incremento del 22%. Pero ajustada por día hábil, resulta igual a la de ese mes.
Con estos números, seguimos pensando que los productores siguen haciendo enormes esfuerzos para mantener sus existencias, comprando alimento, destetando antes con destino a corrales y toda otra estrategia, sin bajar los brazos por la seca, los precios rebajados, la inflación, la brecha cambiaria, los derechos de exportación y la flojedad de los valores en el mercado internacional.
En nuestra interpretación, sólo la existencia de buenas expectativas en el mediano plazo puede estar llevando a tomar estas decisiones.
Por Lic. Miguel Gorelik, Director de Valor Carne