Los valores de la hacienda gorda en el mercado argentino –tal como se anticipó– comenzaron a registrar una tendencia creciente a causa del cambio de fase del ciclo ganadero.
El Índice Novillo Mercado de Liniers (INML) terminó el viernes 1 de febrero en 57,0 $/kg versus 49,2 $/kg el primer día del mes de enero pasado y 43,1 $/kg a comienzos de diciembre del año pasado.
Al medir la evolución del INML versus el ancla monetaria del maíz –un insumo ganadero dolarizado– se observa que el indicador de referencia de precios de la hacienda negociada en Liniers registró un alza real del 18,5% en los últimos dos meses.
A fines del año pasado comenzó a evidenciarse una desaceleración de la faena bovina asociada con un progresivo incremento del sacrificio de hembras. Ese fenómeno, combinado con una demanda exportadora en aumento, es el que está impulsando los precios de la hacienda en las últimas semanas.
No puede descartarse incluso que parte del fenómeno alcista se encuentre morigerado por la oferta adicional de hacienda generada por las ventas forzosas de animales provenientes de las zonas inundadas.
Es la primera vez en casi dos décadas que el cambio de fase de un ciclo ganadero se produce en el marco de un gobierno nacional no intervencionista, con lo cual –salvo alguna sorpresa– cabría esperar que en el transcurso de 2019 el mismo se desarrolle traccionado por las variables presentes en el mercado.
El próximo martes y miércoles el Rosgan realizará el primer remate del año 2019. Al finalizar el mismo podrán analizarse los promedios de venta de las categorías de cría para evaluar si el proceso alcista que se está registrando en la invernada comenzó a trasladarse hacia el primer eslabón de la cadena pecuaria.