Producir carne en el desierto, donde las lluvias anuales sólo acumulan tres milímetros, parece una misión casi imposible.
Sin embargo, en El Pedregal ubicado en el Distrito de Majes a dos horas de la ciudad de Arequipa, en Perú, la empresa Fundo Noemiro viene llevando a cabo esa gesta.
Lo hace a partir de la compra de terneros Holstein y bajó un modelo de invernada importado desde la Argentina.
El precursor de la iniciativa es Reinaldo Leuci, un contador de Venado Tuerto que llegó a esta zona de Perú en 2012 por razones de trabajo: acompañar las operaciones de Essen Aluminio en ese país.
«Como la carne vacuna es el alimento principal de mi dieta, en los día que estaba en Arequipa, trataba de continuar con mis comidas regulares y seguir consumiendo carne vacuna, pero me encontré con que la carne nacional era de mala calidad y la carne de calidad era importada de muy alto precio», comienza diciendo a Agrovoz el productor argentino.
Ante esta demanda insatisfecha. Leuci comenzó a indagar sobre la posibilidad de poner en marcha un modelo de integración vertical que lleve la carne producida hasta el consumidor.
El engorde en Perú
La búsqueda de datos arrojó que en la zona de Arequipa el engorde es de animales de raza no carniceras y dedicadas a la producción de leche, como Holstein o Brown Swiss. La gran limitante es la falta de pasturas naturales de calidad, el alto costo de la producción de alimentos y la escasa variedad.
«El maíz en grano es importado de Estados Unidos y la soja es de Bolivia», agrega Leuci.
Históricamente, la producción de carne vacuna en Perú se ha realizado por medio del engorde de animales adquirido en zonas cercanas a las principales ciudades, para abastecer Lima y ha sido común engordar animales adquiridos principalmente de la sierra.
El Pedregal, donde el productor argentino ha instalado su modelo junto a su socio local Christian Encinas, es un desierto, el cual mediante un sistema de riego de agua proveniente de una represa permite dar agua a 17 mil hectáreas fértiles donde en la actualidad se desarrolla una importante cuenca lechera.
Puesta a punto
Con una temperatura media anual es de 19.1 °C, la zona desértica de Arequipa se caracteriza ahora por la producción de maíz para ensilado, alfalfa, alcachofas, papas, vid, cebolla, tunas, quinua y palta, entre otros productos.
«Con toda la información que recogimos sobre el Perú, la disponibilidad de animales, de alimentos y la climatología en la zona de Arequipa, iniciamos un estudio de factibilidad de producción de carne Premium en el Pedregal», aseguró Leuci.
Para ello recopilaron y analizaron toda la información disponible en el Inta sobre el engorde de terneros machos Holando, y visitaron establecimientos ganaderos en Argentina con engorde de esos terneros.
La contratación de un asesor nutricional argentino para el diseño de la dieta y del proceso de cría y engorde le fue dando al modelo de producción la denominación made in Argentina.
Según reconoció Leuci, trabajaron durante un año en ensayos de engorde, medición de los resultados, cálculos de costos, rindes de las reses y precios de venta.
«Una vez definido el proceso, la dieta y los objetivos perseguidos, en 2017, iniciamos los ensayos de engorde, los cuales incluyeron la comprobación del precio y calidad de los terneros comprados, comprobación de los resultados de la dieta; determinación del índice de conversión alcanzado y avance del engorde medido en cantidad de kilos por día. Además del costo por kilo del engorde y el porcentaje de rendimiento de las reses», enumeró.
Modelo productivo
Sobre una parcela de cinco hectáreas, la empresa produce el maíz necesario para cumplir con el porcentaje de forraje de la dieta y cuenta con los corrales para el engorde de los terneros.
«Producimos 4,5 hectáreas de maíz bajo riego por goteo, para ensilado, que nos permite hacer dos cosecha por año; en el resto tenemos 10 corrales estabulados para 120 animales», describió el productor.
El forraje conservado aporta 70 mil kilos por hectárea por cosecha, con una materia seca del orden del 33 al 35 por ciento.
De seco a forrajes
Al inicio, el modelo de engorde arrancó con una dieta seca sin forrajes, a partir de los lineamientos que tiene el engorde a corral promovido por el INTA Concepción del Uruguay.
«Pero en el verano el tema agua es muy delicado en la zona, ya que es escasa y muy barrosa, y teníamos problemas con los animales. Así que luego migramos a una dieta que en promedio está en 50 por ciento forrajes (ensilado de maíz y heno de alfalfa) y la otra mitad concentrado con una alta carga de grano de maíz y el resto pellet de soya, afrecho de trigo y demás minerales», destacó Leuci.
240 días de engorde
El modelo se pone en marcha con la compra de terneros machos Holstein de 75 kilos promedios (de entre 2,5 y 3 meses de vida) de calidad regular a cuanto estado y nutrición. Con comida y agua a discreción durante todo el día, su estadía en los corrales se ve protegida con media sombra, que cubra la mitad de la superficie de los establos, para mitigar la alta temperatura y rayos solares que se dan en entre las 09:00 hs, y 15:00 hs.
A los 240 días desde el ingreso al corral, los terneros se faenan con 400 kilos de promedio, que logran cortes con una gran terneza, con buena cobertura de grasa, jugosa, con buen sabor y color.
Ganancia diaria
Además del ensilado de maíz y heno de la alfalfa, el 50 por ciento de la dieta es concentrado. La ganancia diaria ronda los 1,330 kilos.
El índice de conversión promedio por kilo de carne producida, medido en materia húmeda) incluye 6,50 kilos de ensilado de maíz, 3,33 kilos de concentrados y 0,18 kilos de heno de alfalfa.
«La dieta utilizada está en función del peso del animal. Por ello, aplicamos: crecimiento, desarrollo y terminación», destacó el productor.
«Los rindes estuvieron dentro de lo esperado: 50 por ciento de rinde las medias reses y 39 porciento de rinde de carne netos. Esto es por la tipología de los cortes que se comercializan», sostuvo Leuci.
Costos de producción
De acuerdo con los números expresados por el modelo, el costo de producir un kilo de carne en esa zona de Perú ronda 1,80 dólares. «En soles representa alrededor de 6,30 el kilo, con un tipo de cambio de 3,45 soles», precisó el productor.
El valor de un kilo de maíz ronda los 33 centavos de dólar (1,14 soles)
Directo al consumidor
El objetivo del proyecto, además de la producción de carne, es la comercialización directa al consumidor final.
Si bien Leuci, reconoce que los costos de producción de la «Carne Premium» se ubican por encima del valor que actualmente le pagan al productor por la venta de las medias reses, el desarrollo de una estrategia de integración vertical del negocio y la venta directa al consumidor final permite alcanzar un precio promedio de venta que aporta un margen bruto muy interesante por kilo de carne vendido.
En comparación con la carne importada, la del ternero macho engordado en Arequipa es más barata, aunque en relación con los cortes tradicionales peruanos es más cara.
«El valor de un ‘lomo Premium Fundo Noemiro’ ronda los 17 dólares el kilo, contra 28 dólares de la carne importada y 10 dólares de la de producción nacional», comparó el productor.
Actualmente, Fundo Noemiro comercializa sus productos en las ciudades de: Arequipa; Lima; Tacna; Juliaca y Ilo.
«En 2018 produjimos ocho mil kilos de carne, en 2019 trepamos a 16 mil kilos y en los primeros cuatro meses de 2020 ya estamos 70 por ciento arriba que en igual período del año pasado», cerró el productor.