Por primera vez en la historia una cabaña Argentina es propietaria de la Gran Campeona de la exposición más destacada de ese país en Angus. Hace varios años vienen con estos proyectos y una vez más el año termina cumpliendo con objetivos soñados. Esta vez fue el primer puesto en la Canadian Western.
“Realmente fue muy importante. Quiero aclarar que esta es una vaca canadiense, como así también la ternera que tenía al pie. Directamente no tiene nada que ver con los embriones que exportamos hace unos años. No tiene nada que ver, pero forma parte del mismo esquema de intercambio con los canadienses”, explicó Ricardo Cantarelli uno de los titulares la cabaña La Argentina quienes lograron el primer puesto.
La ganadería está cada vez más metida en el mundo, pero quienes hacen cría, recría o mercado interno, la vienen pasando bastante mal
-Mi impresión de este gobierno es que se le dio un cheque en blanco por el odio que tenía el productor con los dirigentes anteriores. Darle un cheque en blanco no significa que no se puede criticar ni exigir medidas como los hicimos con la otra gente. Esto es un desmadre, es peor.
Si hay alguien optimista en la vida somos los ganaderos, y mientras el de arriba tire agua, le peleamos a cualquier gobierno.
¿La pasión de los productores es uno de los puntos más fuertes de unión con Canadá?
-Sí, claro. Todo lo hicimos solos, no hubo ayuda estatal ni de algún ente público. Tampoco de la Sociedad Rural Argentina.
La apertura de los mercados de carne como de genética no en pie abre unas posibilidades tremendas.
Fuimos punta de lanza. Aparentemente no tiene techo lo que vamos a poder exportar desde Canadá, teniendo las vacas con la genética Argentina allá, a todo el mundo. En Argentina para exportar algo, salvo a dos o tres países limítrofes, es una misión imposible.
Le estamos metiendo fichas a eso, ojalá se abran más mercados.
¿Cómo cierra el año en lo que respecta a la genética?
-El momento de la genética Argentina es el mejor de la historia. Esto es espectacular, estamos llegando a un techo del que no vamos a retroceder jamás.
Es la mejor genética del mundo, más allá de que nos pueden faltar algunos datos y por eso hay intercambios con Estados Unidos o Canadá.
En todos los remates se buscaban toros de calidad y demás. Estamos todos esperando que se acomode alguna variable porque es imposible darle de comer a toros que comen grano o balanceado, llegamos a ese límite.
Lo que veo es que todos los productores, de cualquier eslabón, valoran lo que es genética de punta y se animan a invertir un poco más porque es la inversión más barata.
¿Qué te parece que le está faltando al «Pampa» (Hereford) para volver a ser la raza fuerte que supo ser en Argentina?
-La raza está buena y tiene sus nichos marcados en Argentina donde se produce muy bien y el productor está contento.
Insisto, cuando que empecé en esto dije que la Asociación estaba mal manejada y cada vez fue peor.
Por suerte esta vez, en un hecho histórico de criadores de todo el país, se ha logrado armar una opción para la elecciones del año que viene y de alguna manera ver si podemos correr a este gente que está desde hace más o menos 20 años.
En ese aspecto es promisorio, hay mucha gente joven y con ganas de avanzar. Como en todo orden en Argentina, la clase dirigencial va para atrás, y la Hereford no está exento de esto.