“Lo que nosotros encontramos a nivel comercial es una mejora en la eficiencia de conversión de casi un 20 por ciento cuando comparamos situaciones con mitigaciones de estrés térmico versus no tener ninguna medida para evitarlo”, apuntó el profesional de la Facultad de Agronomía de Buenos Aires, en el marco de la jornada Brangus desarrollada en Expoagro.
El investigador planteó que “al bienestar animal uno lo puede ver como una forma de tener un individuo más tranquilo, que por ende me da más dinero dentro de su ciclo productivo y por otro lado es una vidriera al mundo de que nosotros respetamos las normas más básicas del bienestar de los animales”.
Para combatir el estrés térmico se apunta a implementar cambios en la dieta y algo tan básico como la provisión de agua fresca y limpia en todo momento.
Por otra parte, afirmó que “la incorporación de razas compuestas como Brangus y Braford, al tener ese componente genético de las razas índicas, permite elevar el rango de confort térmico”.
Paralelamente dentro de estas razas, animales seleccionados por su mayor mansedumbre, tienen menor temperatura corporal y tasa de transpiración y son capaces de presentar celos en temperaturas en que otras hembras no lo harían.
Por último, el investigador destacó que este año se detectaron menos casos de estrés térmico, y marcó como ejemplo que en el Mercado de Liniers hubo una prevención mucho más efectiva que durante 2019.
Eficiencia metabólica
Stewart Kambo, analista de mercados, participó también de la jornada y habló sobre cómo el cambio climático está modificando el mapa ganadero y el sistema productivo en Argentina y la medición del consumo residual. Fue el encargado de presentar algunas herramientas para mejorar los márgenes en corral, poniéndole números al costo que tiene el estrés térmico y dando datos precisos sobre la eficiencia de consumo individual a partir de un ensayo que se hizo en Tandil.
“El animal que tenga una mayor ganancia de peso con un menor consumo, será un animal más eficiente y por lo tanto nos permitirá reducir nuestros costos. Puede llegar a consumir un 30 por ciento menos para igual ganancia de peso comparado con otro individuo”, explicó.
El analista de mercados describió que “esta es una característica individual con alterabilidad y tiene que ver con la eficiencia metabólica del individuo. Lo que tenemos que hacer es empezar a identificar a estos individuos para lo cual utilizamos los comederos que desarrolló Aníbal Pordomingo en el INTA Tandil. Con una caravana electrónica podemos ver cuál es el consumo de cada individuo en concreto durante un período de evaluación de 60 días”.
Esta Eficiencia Neta de Conversión es la que vienen investigando desde la FAUBA y el INTA para determinar las cualidades de cada individuo “para que los criadores comiencen a consumir una característica genética propia de cada animal con alterabilidad. De esta forma se puede aumentar la cantidad de crías superiores en eficiencia”.