En esta estación, los días comienzan a acortarse, las temperaturas a hacerse progresivamente más bajas, y los rayos solares llegan a la tierra con menor intensidad. Estos factores propician un tiempo de recambio de nuestra huerta, en el cual las hortalizas y plantas típicas del verano llegan al fin de su ciclo y comienzan a desarrollarse otras propias del otoño e invierno.
En este artículo se proponen una serie de consejos para continuar, o bien comenzar, con nuestra huerta durante el otoño:
– Preparar mediante laboreos y abonados con compost el suelo donde trasplantaremos o sembraremos las hortalizas de estación.
– Mientras tanto, podemos preparar almácigos (semilleros) de algunas hortalizas como lechuga, acelga, cebolla para verdeo. En estos lugares le brindaremos a nuestras plantas especiales condiciones de cuidado, mediante una buena tierra y riegos frecuentes. Hacer un almácigo nos da la ventaja de proteger a las plántulas en los primeros momentos de su vida y a su vez preparar la tierra donde las transplantaremos para que completen su crecimiento.
– Si ya contamos con un sector libre y trabajado de tierra, podemos sembrar de manera directa tanto verduras de hoja (lechuga, acelga, rúcula, achicoria, perejil, espinaca), como otras hortalizas (zanahoria, remolacha, ajo, rabanito).
– Es importante tener en cuenta que la mayoría de las hortalizas mencionadas se verán más favorecidas si las sembramos en los meses de marzo y abril, ya que más tarde las temperaturas bajas hacen que la germinación y el crecimiento de las plantas se produzca con más lentitud y no es conveniente llegar con plantas pequeñas al comienzo de la temporada invernal, ya que los intensos fríos pueden provocarnos pérdida de plantas.
El otoño también es una época propicia para el transplante de distintas coles (repollo, coliflor, brócoli). Si no realizamos nuestros propios platines podemos adquirilos, teniendo en cuenta que es una buena señal un plantín con 3 o 4 hojas bien desarrolladas y el tallo con el grosor de un lápiz.
Algunos casos especiales en cuanto al momento de plantación son el cultivo de ajo, que tradicionalmente se planta en “Semana Santa”, o alrededor de esta fecha, lo cual también es propicio para otras hortalizas en las cuales consumimos la parte subterránea (remolacha, zanahoria, rabanito).
Otro caso particular son las habas, si bien se utilizan diversas fechas de siembra, entre personas aficionadas a la huerta en La Pampa, podemos decir que si la huerta no cuenta con reparo de los fríos invernales, es conveniente sembrarlas en junio o julio. Al principio quedarán pequeñas y de a poco cobrarán tamaño, a fines de agosto. Siembras más tempranas pueden resultar efectivas en lugares con reparo y con siembras muy tardías corremos el riesgo que las plantas no puedan completar su ciclo, que finaliza con el verano.
Pensando en nuestra huerta como un ciclo natural entre especies y estaciones del año, el otoño también es propicio para realizar compost con las hojas que desprenden los árboles, los restos vegetales tanto de la cocina del hogar como de la remoción de plantas de verano.
Por último, también es el momento de guardar semillas de nuestras plantas favoritas de la huerta de verano, como choclos, albahaca, tomates, zapallos, etc. para continuar nuestra producción en la primavera siguiente.
Para más información:
- Agencia de Extensión Rural Anguil
- Teléfono: (02954) 495 057
- angeleri.carolina@inta.gob.ar
