Introducción
La alfalfa (Medicago sativa L.) es una leguminosa forrajera que se utiliza para aportar proteína, minerales y vitaminas al ganado, además es una fuente importante de fibra efectiva, que contribuye a la digestión en el rumen. Si bien la tecnología utilizada para la henificación en la zona no es nueva, se ha observado en el relevamiento realizado por técnicos de Agrozal logística agropecuaria y EEA INTA San Luis, que el productor de la zona no toma los recaudos necesarios y elabora henos de baja calidad. Por ello es imprescindible ajustar las prácticas de manejo desde el inicio de la confección, partiendo de una pastura de calidad, siguiendo con el lapso de tiempo entre el corte y la elaboración, para terminar con el almacenamiento. Realizar un rollo de buena o de mala calidad le cuesta al productor exactamente lo mismo, la clave la clave es ajustar las prácticas de manejo de todo el proceso, en base a esto, se hipotetiza que las diferentes calidades en la reserva forrajera de alfalfa provocan cambios en el consumo y el aprovechamiento de la dieta, y consecuentemente afectan la respuesta animal. El objetivo del presente trabajo fue determinar el impacto del valor alimenticio de una adecuada henificación y conservación de alfalfa sobre la productividad en ganado bovino, considerando el estado fenológico al momento del corte, la prolongación del tiempo en el proceso de desecación y la conservación a la intemperie.
Materiales y Métodos
El ensayo se realizó en la Estación Experimental Agropecuaria de INTA San Luis, por un periodo de 115 días. Se utilizaron 36 novillitos Aberdeen Angus de 183,5 ± 20 kg de peso vivo (PV), los que se distribuyeron al azar en cuatro corrales sobre y a los cuales se le impusieron dos tratamientos en base a calidades contratantes del heno de alfalfa, en función a la adaptación de tipificación propuestas por el Departamento de Agricultura de EE.UU. Los tratamientos fueron: TB, Heno de alfalfa superior calidad nutricional (categoría Premium/Superior) y TM, Heno de alfalfa de calidad inferior (categoría Segunda/Tercera).
En la etapa de monitoreo de las reservas para constituir los tratamientos se evidenció la importancia de la buena conservación, obteniendo muestras distantes de calidades, principalmente al quedar en la intemperie en el campo. Se tomaron muestras previas de las reservas a entregar para determinar el contenido de materia seca (MS), proteína bruta (PB), fibra detergente ácida (FDA), fibra detergente neutra (FDN) y se estimó digestibilidad de la MS (DMS) y el valor nutricional relativo (VNR). Se registró la cantidad de alimento ofrecido y el remanente del día anterior para determinar por diferencia, el consumo diario de materia seca (CMS), entregando diariamente ad libitum, un 10% más de la ración para evitar restricción. Se determinó el aumento de peso vivo (APV) mediante balanza electrónica por pesadas individuales cada 15 días, respetando horario y pautas de manejo (sin encierre previo y antes de recibir la comida de la mañana). El diseño fue un DCA con dos repeticiones. Para en análisis estadístico de los datos (aumento de peso, consumo y la eficiencia conversión), se tomó al corral como la unidad experimental. Cuando un efecto de tratamientos es significativo (P< 0,05), las medias se separaron mediante Tukey. Los resultados se analizaron a través de InfoStat 2018.
Figura 1. Peso vivo (barras, eje izquierdo) y consumo de la materia seca (CMS, líneas, eje derecho) de novillos alimentados con dos henos de alfalfa de calidad superior (TB, negro) e inferior (TM, gris).
Resultados
En la adaptación animal (primeros 20 días) se observó diferencias en bosteo entre los corrales TB de color verde intenso claro y consistencia blanda (score heces 3) a pesar de consumir un alimento seco (MS= 88%) y en los corrales de TM una consistencia más dura y de color marrón oscura (score 4). Del análisis general de los 115 días, se determinó que TB presentó mayor APV que TM (0,96 vs. 0,79 kg d-1, P< 0,05). Se encontraron diferencias entre tratamientos en los pesos finales, TB= 315,30 kg Vs TM= 279,95 Kg (P< 0,05), al igual que los valores de la eficiencia de conversión, que fue de 6,42 y 8,44 kg kg-1 para TB y TM respectivamente. El CMS total en M fue mayor por 64,5 kg animal-1, es decir que la diferencia por animal en el heno con humedad comercial (17%) fue de 75 kg. Esto se traduce en US$ 10,1 más por animal en el ciclo de la recría de estudio para TM. La EC (kg MS consumido por kg PV ganado) es de 8,44 TM vs 6,42 TB, determinando una diferencia en US$ por kg de carne producido de US$ 0,27 mayor en M Con el menor CMS, mejor EC y mayor PV final, se podría concluir que el “novillito” que se alimentó con el heno del tratamiento B tiene una ventaja económica de US$ 82,55 total por animal sobre el tratamiento M.”
Conclusiones
Las diferentes calidades en la reserva forrajera provocan cambios en el consumo y el aprovechamiento de la dieta. Ajustando tecnologías de procesos como la utilización de acondicionadores, la compactación, atado correcto de los rollos y almacenamiento en altura para evitar el encharcamiento, podemos generar una mejora en el aprovechamiento de los recursos. De todas formas, se recomienda tomar estos resultados como preliminares, ya que solo se utilizaron dos repeticiones
Por: Guzman ML1,3*, Verges Manzur A2, Garcia F3, Molina L3, Manciola J31 EEA INTA San Luis,2Alfazal-Agrozal San Luis, 3Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuaria UNSL
Fuente: engormix.com
Deja una respuesta