La Comisión Europea estima que las importaciones de carne vacuna del bloque crecerán 10% en 2018, para estabilizarse en 2019, con una producción que detendrá su expansión y bajará marginalmente en ese período.
El informe de perspectivas de la comisión divulgado en abril afirma eso, mientras no está claro si se llegará en el primer semestre a un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), siendo la carne vacuna uno de los ítems principales.
En el reporte se indicó que la producción neta de carne se estabilizó en 2017, tras tres años de aumento. Esta desaceleración se atribuye mayoritariamente a una caída en la faena de vacas, parcialmente compensada por un aumento en la faena de vaquillonas. Se espera que la producción neta de carne bovina caiga hasta cerca de 1% este año y 1,5% en 2019.
La comisión destacó que esto se deberá a una menor faena de vacas lecheras, la que había aumentado en los años anteriores por los bajos márgenes de rentabilidad de ese sector y que se tradujo en un mayor volumen de carne. Y se prevé que el rodeo lechero retome su tendencia a la baja.
El desarrollo del sector vacuno en el este de Europa y en España no compensa la contracción en otros países del bloque tradicionalmente productores de carne.
En 2017 las importaciones de carne vacuna de la UE cayeron 6% respecto al año anterior. Las compras desde Brasil y Australia retrocedieron 18% y 21%, respectivamente. Esto se dio en un contexto en que las exportaciones brasileñas a nivel global subieron a pesar del escándalo de la falla en los controles detectado el año pasado. A su vez, las exportaciones australianas se estabilizaron. La baja en las importaciones de carne brasileña y australiana no fue compensada por un incremento en las colocaciones de Argentina en la UE, que aumentaron 15% en 2017, mientras las de Estados Unidos y Paraguay crecieron 5% y 16%, respectivamente.
Para 2018 se proyecta que las importaciones de carne vacuna crezcan 10%, para estabilizarse el año que viene. “Brasil y en menor medida Australia regresarían al mercado europeo especialmente si los valores en el bloque siguen siendo interesantes respecto a otros destinos”, apuntó el reporte.
Para 2018, debido a una menor oferta interna y a pesar de mayores importaciones, el consumo de carne vacuna en la Unión Europea caería 0,6% luego de contraerse 0,5% el año pasado. “La tendencia declinante continuaría en 2018, mayoritariamente debido a un menor nivel de oferta”, proyectó la Comisión Europea.
Las exportaciones europeas de ganado en pie aumentaron 9% en 2017 debido, principalmente, a compras de Turquía que representaron un tercio del total. Para 2018 se prevé que las colocaciones de ganado vivo suban 2%, para estabilizarse en 2019, sobre todo por la menor producción europea y la competencia de otros jugadores.