Las provincias de La Pampa y Mendoza combatían ayer los incendios forestales que ya arrasaron más de 270.000 hectáreas. En el Parque Nacional Lihué Calel, en el sur pampeano, brigadistas, guardaparques y cuadrillas de Defensa Civil trabajaban para controlar un foco activo, con temperaturas de 39 grados y fuertes vientos que complicaron las tareas. La alta temperatura afectó también a Santa Rosa, la capital provincial, donde se registraron cortes de luz que afectaron la zona centro y varios barrios de la ciudad. En el sur de Mendoza, donde el fuego golpea desde hace más de una semana, el combate se concentraba en los campos de General Alvear y San Rafael.
Si bien las autoridades del Ministerio de Seguridad de la Nación aseguraron que los incendios se encuentran “controlados”, ayer por la tarde, las dos provincias que registran, cada una, un foco de incendio importante, vieron complicadas las tareas por las altas temperaturas y los vientos.
En La Pampa, los incendios que arrasaron 150.000 hectáreas, según informó el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), se originaron en la zona de General Acha, otros al sur de Chacharramendi, en cercanías de la Ruta 24, y el último en la zona del Parque Nacional Lihué Calel, donde aún permanecía activo un foco ígneo.
El subdirector de Defensa Civil de la provincia, Damián Bollak, dijo a PáginaI12 que “queda un solo foco activo, en la zona del Parque Nacional, donde están trabajando cuadrillas del Parque en el interior, y cuadrillas de Defensa Civil en las inmediaciones, para contener el fuego cuando salta el perímetro del Parque”, explicó el especialista.
Bollak sostuvo que “las condiciones meteorológicas complicaron las operaciones. Es el tercer día de trabajo, y hoy (por ayer) la temperatura alcanzó los 39 grados, a lo que se sumaron vientos de entre 40 y 45 kilómetros por hora que dificultaron las tareas de extinción. El fuego rompió el perímetro del parque el domingo y fue contenido. Persiste en el interior, y hoy (ayer) volvió a saltar el cerco, pero en otra parte”, informó.
De acuerdo a Parques Nacionales, hasta ayer a la tarde, eran aproximadamente 10.800 las hectáreas quemadas en Lihué Calel, que posee una superficie de 32.514 que pertenecen a la ecorregión Monte de Llanuras y Mesetas.
En la temporada alta de riesgos de incendios forestales en La Pampa, que comenzó en noviembre y finalizará en marzo, se registraron hasta ayer más de 40 focos de fuego en distintas zonas. “Enero siempre fue complicado en cuanto a temperatura, además hay escasas lluvias. Febrero, es un poco más fresco y más controlable. Esta semana hay pronostico de altas temperaturas hasta el jueves y eso puede complicar”, aseguró Bollak. Por ahora, según explicó el funcionario, en la zona “no están trabajando con aviones”, y el combate se hace mediante “cortafuegos”, quemando la vegetación para impedir que se propaguen las llamas.
Por las condiciones climáticas está previsto que se produzcan también incendios en toda la zona del bosque andino patagónico en las próximas semanas, que abarcarían desde la localidad neuquina de Junín de los Andes hacia el sur, ingresando por Río Negro hasta la ciudad de Bariloche y se extiende a Chubut por la zona de Esquel y un poco más al sur.
En Mendoza, donde se calcula que los incendios forestales quemaron 120 mil hectáreas de tierra, la lucha de bomberos y brigadistas contra el fuego se complicó, al igual que en La Pampa, por las altas temperatura y por los vientos de casi 50 kilómetros por hora.
El incendio que desde hace diez días mantiene en vilo al sur de la provincia se concentra en campos en General Alvear y San Rafael. El titular de Defensa Civil de General Alvear, Adolfo Balverde, señaló que la situación, en la que intervienen agentes nacionales en coordinación con las áreas de Defensa Civil de la provincia y del municipio y de Vialidad, era más “alentadora” que en los días previos. Sin embargo, sin lluvias a la vista y con anuncios de aumento de la temperatura y de vientos fuertes, los trabajos seguirán complicados.
En tanto Russo, explicó que “desde diciembre venían los problemas, por eso se dispuso de cinco aviones y dos helicópteros hidrantes, a la vez que se convocó a más de 150 brigadistas del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) de todo el país”, especificó.