A partir de la información brindada por los principales hipódromos del país donde se registró la enfermedad, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) observó que se atenuó la cantidad de casos de influenza equina (IE) y se alcanzaron los valores esperables para esta época del año.
En consecuencia, el Senasa envió un informe final en tal sentido a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), que fue publicado en su interfaz de la base de datos del sistema mundial de información zoosanitaria (Wahis), al que se puede acceder desde: aquí
El seguimiento que realizó el Senasa permitió, además del registro habitual de denuncias, monitorear el número de nuevos casos en la población más afectada, por lo que envió a la OIE el mencionado informe final en el que consta que se atenuó la epidemia, que afectó en mayor medida a los caballos de carrera.
En el marco de la responsabilidad que le cabe como país miembro, en marzo pasado el Senasa había notificado a la OIE la detección de brotes de influenza equina con una ocurrencia y distribución mayor a la esperable. En el mismo marco, ahora el organismo argentino informó a la OIE el cambio de la situación de esta enfermedad en el país.
La OIE es la encargada de transmitir la información recibida a todos los países miembros, a fin de que puedan protegerse contra las distintas enfermedades animales. Sus normas, además, son empleadas como referencia internacional por la Organización Mundial del Comercio para el intercambio de mercaderías y animales en pie.
El Senasa continúa llevando adelante las actividades de prevención y control correspondientes y una campaña de comunicación con recomendaciones sanitarias para evitar la eventual dispersión de la enfermedad.
Ante la aparición de signos compatibles con la influenza equina (fiebre, decaimiento, descarga nasal y tos), avisar de inmediato a la oficina del Senasa más cercana, enviar un correo electrónico a equinos@senasa.gob.ar o llamar a la línea telefónica (011) 4121-5411.
Debe recordarse que en el marco de la Ley 27.233, los propietarios de los animales son los responsables primarios de mantener su sanidad.