Según un informe de la Sociedad Rural Argentina (SRA), en 2002 el precio promedio se ubicó en US$210 la tonelada y, recortando al período enero-julio, en US$191 la tonelada. La entidad consideró los dólares constantes según el índice de precios al consumidor en los Estados Unidos. Ahora, de acuerdo al trabajo, en dólares constantes está por debajo de los US$200 y menos.
«Hay que ir a 2001/2002 para encontrar un precio tan bajo (considerando los dólares constantes)», señaló Ezequiel De Freijo, economista del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la Sociedad Rural Argentina (SRA). De Freijo agregó sobre el escenario reciente para la soja: «Desde el 15 de enero bajó de US$345 a 302 en la Bolsa de Chicago y perdió unos 30 dólares en la Argentina; ayer se dieron entre 190 y 200 dólares para entre abril y mayo». En rigor, en el mercado local ayer la oferta bajó de 210 a 205 dólares el valor para la entrega de la nueva cosecha el mes próximo.
La soja viene golpeada por los vaivenes en la guerra comercial China-Estados Unidos y, entre otros factores, en el último tiempo por el efecto del coronavirus sobre el comercio.
El trabajo de la rural consigna otro dato. Mientras en 2002 las retenciones a la soja estaban en el 23,5%, ahora están en el 33%. Apenas asumió, el gobierno de Alberto Fernández las subió de 24,7 a 30% y hace diez días amplió el derecho al 33%.
La caída de la soja impacta de lleno en los márgenes brutos esperados por los productores. De acuerdo a un relevamiento de AZ Group, en enero pasado en campo alquilado en la gran mayoría de las regiones del centro y el sur del país los márgenes netos (lo que le queda en el bolsillo al productor tras el pago de impuestos) «resultaban levemente positivos». En tanto, en ese momento para el Litoral y el norte del país «ya estaban reflejando pérdidas significativas vendiendo a esos precios». Los números positivos se veían en 7 de 12 regiones agrícolas.
Ahora, con los precios actuales la situación se agravó. Según la consultora, con los precios «cercanos a los US$200 todos los márgenes para quienes no hayan vendido una parte y cubierto con opciones de mercado se encuentran en una realidad mucho más dura».
En la actualidad, de acuerdo al reporte de AZ Group con números relevados por AGBI, salvo las zonas núcleo, con US$25 por hectárea; oeste, con US$22,6 por hectárea, y sudoeste bonaerense, con US$6,8 por hectárea, en el resto los márgenes dan en rojo. Los números positivos solo se ven en 3 de 12 regiones agrícolas.
De acuerdo al reporte, en el país hay ventas en soja cercanas al 20% de la cosecha, de entre 25-30% en maíz con precio y en trigo en el orden del 75%.
«Las empresas ya tienen una parte de sus ingresos de los próximos meses cubiertos a valores unos dólares por arriba de la situación actual, pero todavía queda mucho por vender, sobre todo de los cultivos próximos a cosecharse, y habrá que ver cómo han planificado la cobertura financiera como para poder pasar estos meses sin tener que vender volúmenes grandes a estos precios», indicaron en AZ Group.
«El empresario agropecuario se halla en la disyuntiva de vender a valores actuales y exponerse al riesgo de inflación, o comprar dólares a valores superiores a los que le liquidan la mercadería, o comprar insumos de manera tal de conservar el poder de compra, o guardar la mercadería y estar expuesto a caídas en los precios como ya se mencionó», analizó la consultora.
Según AZ Group, el año pasado para esta época los productores ya estaban en proceso de análisis de márgenes, alquileres y competitividad de cada una de las actividades y en proceso de toma de decisiones para la nueva campaña.
«Este año, los análisis y las decisiones se encuentran aplazadas y los productores se encuentran mirando con alta expectativa lo que ocurra en los próximos 30 días, respecto de la renegociación de la deuda externa y su posible impacto en las diferentes actividades», señala el reporte.
Néstor Roulet, productor y exsecretario de Agregado de Valor, hizo un informe que refleja la pérdida para el productor desde que a mediados del año pasado ya planificaba su campaña de soja.
Según Roulet, en agosto pasado, cuando se planificaba la campaña de soja, el productor a unos 300 kilómetros de los puertos rosarinos esperaba en campo propio (400 hectáreas con un rinde de 3300 kilos de promedio) un resultado final, descontados los costos, de 84,94 dólares por hectárea. Ahora, caída de precios mediante y suba de las retenciones, pasa a negativo en -117,92 dólares por hectárea.
Por el contrario, el Estado, que en agosto pasado se podía llevar por retenciones US$296,34 de una hectárea de soja, en la actualidad obtendrá 328,87 dólares por hectárea. Perdió el productor y ganó el Estado.
Por: Fernando Bertello – LA NACIÓN –