La expansión de la agricultura y la intensificación de la producción ganadera, condujeron a una mayor utilización de áreas marginales con importantes limitantes edafoclimáticas. Por su gran versatilidad, el sorgo, responde tanto a ambientes fértiles y húmedos como a ambientes marginales.
Con el objetivo de evaluar el comportamiento de cultivares de sorgos graníferos y sileros, para bioenergía y con fines ganaderos, y sus respuestas al ambiente del noreste de Santa Fe; la AER INTA Las Toscas viene realizando ensayos en campos de productores de la zona.
En la campaña 2016/17 en una fecha de siembra tardía (enero 2017), con condiciones climáticas de exceso de humedad, bajas temperaturas y bajos niveles de radiación, durante la etapa reproductiva, se midieron valores de rendimiento en grano desde 320 Kg/ha a 3.000 Kg/ha; y en sorgos para silaje el rendimiento de materia verde alcanzó las 48 tn/ha.
Las condiciones climáticas adversas favorecieron la incidencia de agentes patógenos que fueron identificados como nuevas enfermedades emergentes para el NE de la provincia de Santa Fe. Fueron reconocidas: “Mancha de Hollín” (Ramulispora sorghi), Mancha en Cadena (Cercospora fusimaculans), Mancha por Bipolaris o Mancha Difusa (Bipolaris sorghicola) y Antracnosis, causado por Colletotrichum graminicola, nueva raza para la zona, que presenta una intensa agresividad y severidad en materiales conocidos (en estudio).
En este trabajo, además, se incluye una descripción detallada de los distintos tipos de sorgos, según sus características y, recomendando a partir de estás, el uso más acorde para cada material (silos, bioenergía, pastoreo directo, entre otros).
La difusión de estos conocimientos facilitará a los beneficiarios contar con herramientas para la optimización del cultivo, su utilización y adaptabilidad en la región.
Palabras claves: Sorgo granífero, silero, azucarados, bioenergía, ganadería, enfermedades emergentes.
Introducción
La expansión de la agricultura y la intensificación de la producción ganadera, ha conducido a una mayor utilización de áreas marginales con limitantes edafoclimáticas. Entre las climáticas, se destacan deficiencias hídricas estacionales, determinadas por el régimen de lluvias desfavorable y/o manejo poco eficiente del agua; entre las edáficas, especialmente en áreas deprimidas y asociadas a la proximidad de la napa freática, altos contenidos de sales solubles y/o sodio intercambiable. A su vez, se incrementó el mayor uso de tierras destinadas a soja (desmonte) y en monocultivo, con la consecuente degradación del suelo.
Por su gran versatilidad, el sorgo, responde tanto a ambientes fértiles y húmedos como a ambientes marginales para otros cultivos de importancia como el maíz, resistiendo condiciones extremas de temperatura y sequía, dando grano y forraje en zonas áridas y subhúmedas e incluso muy cálidas. Además, el cultivo posee conocidas ventajas, como su característica “stay green” (no senescencia), su capacidad de producir un balance positivo del carbono, preservando la estructura física del suelo, y su variabilidad genética que permite la producción de diferentes tipos de sorgo (graníferos, forrajeros, azucarados y de biomasa para bioenergía) constituyendo un seguro en el sistema productivo, si se le da el manejo adecuado según su utilización. Además, el sorgo por ser una especie C4, se adapta mejor a los cambios climáticos generados por el calentamiento global.
En el país, muchos productores frecuentemente destinan esta especie a lotes de mala calidad, donde es muy riesgoso producir maíz. Debido a esto, a un inadecuado manejo del cultivo y a una limitada aplicación de las tecnologías existentes, entre las que se destaca una fertilización deficiente o ausente, el sorgo responde con bajos rendimientos medios. Sin embargo, los híbridos presentes en el mercado argentino tienen un alto potencial de rendimiento, por lo que con un correcto manejo agronómico y uso de insumos se puede obtener una mejor respuesta.
Bajo este contexto, es indispensable utilizar las alternativas tecnológicas necesarias para incrementar la productividad sustentable en distintos ambientes. Para esto, se deben considerar además del objetivo productivo, los requerimientos ecofisiológicos del cultivo, la genética y el manejo entre los que se incluye control de malezas, fechas y densidad de siembra, espaciamiento y fertilización.
¿Porqué sembrar sorgo en agricultura, agroindustria y en ganadería?
- Propende a un esquema sustentable con rentabilidad, mejorando el balance de carbono en la rotación, preservando la estructura física del suelo, recuperándolos por su mayor volumen radicular, mayor aporte de rastrojo y mayor cobertura.
- Mayor adaptabilidad y mejor comportamiento bajo condiciones climáticas adversas que otros cereales, lo que se traduce en un menor riesgo para los productores.
- Necesidad de incrementar reservas forrajeras debido a la intensificación de la producción ganadera.
El sorgo puede ser usado como complemento e incluso como único alimento de distintas maneras – pastoreo directo, diferido o reserva en distintos tipos de silo de grano húmedo o planta entera
Esto permite a los productores una mayor flexibilidad en el manejo de sus recursos forrajeros.
- Variabilidad genética del cultivo que le permite gran plasticidad para adaptarse y elevar su potencial de rendimiento, en diferentes ambientes y para distintos tipos de utilización.
- Alta eficiencia de conversión en carne y leche del sorgo con calidad específica.
- Mejor adaptación al cambio climático generado por el calentamiento global.
- Mayor adopción de la técnica de silo de planta entera y de grano como suplemento para alimentación animal.
- El sorgo con calidad de grano y biomasa, optimiza su aprovechamiento alimenticio e industrial, elevando la calidad de sus productos y haciéndolo competitivos con otros cereales.
- Existe germoplasma con calidad diferenciada de alta productividad para distintos usos en alimentación humana y animal, y en agroindustria como biocombustibles.
Para la optimización del sorgo granífero/forrajero es necesario que se exprese su máximo potencial para lo cual es fundamental una correcta implantación del cultivo y realizar su manejo con las tecnologías disponibles, cosecha oportuna y maquinaria adecuada.
Los sistemas de producción animal presentan distintos requerimientos nutricionales, según sean para leche o para carne, cría y recría. De ahí, que se enfatiza las alternativas de uso ya que existen calidades de sorgo que se adapta a cada necesidad.
Así, hay materiales de sorgo que responden con mayor productividad a cada tipo de aprovechamiento animal, a saber:
Para forraje en heno o pastoreo directo se utilizan las variedades o híbridos tipo sudan, que presentan características diferentes en calidad de biomasa y capacidad de rebrote.
Este tipo de sorgo forrajero ha sido mejorado genéticamente incrementando la calidad de forraje, y la productividad de materia seca digestible por hectárea. Se ha incorporado características como nervadura marrón (bmr) – menor contenido de lignina- contenido de azúcar en tallo, ciclo vegetativo de mayor longitud (maduración tardía), alta capacidad de macollaje y rebrote, resistencia a vuelco físico de la caña, tolerancia a factores edafoclimáticos limitantes (sequía o exceso de precipitaciones, suelos salinos sódicos y/o alcalinos) y alta productividad, entre otros. Se incluye:
Sudan grass: variedades o híbridos de sorgo de tallos finos, hojas más angostas que los graníferos, sileros y azucarados para bioenergía. Planta foliosa con alta capacidad de macollaje y de rebrote, con muy poca producción de grano y con inflorescencia abierta, laxa o semierecta.
Híbridos de Sorgo granífero x Sudan grass: son en general híbridos de tres líneas, con capacidad de macollaje y rebrote. Ambos se usan principalmente para pastoreo, corte o heno (rollo).
Para diferidos pueden utilizarse distintas variedades e híbridos: graníferos -“doble propósito” y sileros- y fotosensitivos, ambos con calidad de biomasa (menor contenido de lignina, con o sin bmr) y azúcar en tallo.
También pueden utilizarse los sorgos azucarados de alta productividad de MS Dig/ha y alto contenido de azúcar en tallo, que le permiten mantener la palatabilidad después de las heladas. Es preferible sorgos hasta 1,80 m de altura aproximadamente.
En caso de contar con sorgos sileros o azucarados, de gran porte y altura, se puede manejar el cultivo con un primer pastoreo o picado y dejar el rebrote como diferido y, de esta manera, lograr materiales de menor altura. Esto permitiría una mayor eficiencia en la utilización de la biomasa producida en estos materiales.
Para balanceados se utiliza el grano de sorgo y, en este caso, se recomienda los de mayor calidad, sin taninos condensados y almidonosos de mayor digestibilidad.
También pueden utilizarse subproductos agroindustriales provenientes de la extracción del jugo de la caña de sorgos azucarados para bioetanol o de la destilería de granos de sorgo. En este último caso el principal subproducto o residuo sólido es la “burlanda de sorgo” (BS, la misma no contiene los residuos solubles y puede presentarse húmeda BSH o deshidratada BSS).
Otro tipo de residuo es el denominado “condensados solubles”, “solubles” o “vinaza” constituido por las levaduras utilizadas en el proceso, los nutrientes solubles y las partículas más finas de los granos.
Así mismo podría utilizarse el bagazo de sorgo azucarado como complemento de dietas ganaderas, lo cual está en estudio.
Dentro de las reservas forrajeras con sorgo, la de mayor utilización es el silaje de planta entera. Los sorgos para silaje, muestran características más heterogéneas que los maíces sileros, por la mayor variabilidad de la especie y cultivares en el mercado. Consecuentemente, es indispensable la correcta selección del cultivar teniendo en cuenta la categoría de hacienda a alimentar, el sistema de producción y necesidades de utilización, considerándose, no sólo la producción en materia verde (MS/ha) sino también su calidad nutricional, alto índice de cosecha (mayor proporción de grano, es decir, de almidón en el silo) y la producción total de energía digestible por hectárea.
Los sorgos sileros usados en silaje de planta entera, son generalmente híbridos graníferos de alto potencial de rendimiento y productividad de biomasa, de ciclo intermedio a largo (graníferos doble propósito), de alta producción de materia seca y digestibilidad, con o sin azúcar en tallo, con o sin la característica de nervadura marrón-bmr- (menor lignina) y granos con o sin taninos condensados.
Si bien ambos cultivares producen silajes de alta calidad nutritiva, los sorgos con la característica bmr, presentan en promedio menor contenido de lignina y una mayor digestibilidad que los no-bmr.
Para silaje, los sorgos con alta proporción de panoja (almidón) son la mejor elección respecto a los tipos sudán y fotosensitivos,
Por otra parte, se encuentran en el mercado:
Sorgos fotosensitivos: son sensibles a la longitud del día, en determinadas latitudes, requiriendo días cortos para que la floración sea inducida. Poseen un estado vegetativo más largo y al permanecer más tiempo en estado vegetativo flexibiliza el momento de utilización.
La característica de nervadura marrón y contenido de azúcar en tallo, también ha sido incorporado en estos materiales híbridos, aumentando de esta manera la calidad de su forraje. Se utilizan fundamentalmente para pastoreo directo o picado.
Sorgo azucarado: las variedades o híbridos de sorgo azucarados (correspondiente a Sorghum saccharatum) se caracterizan por plantas de gran altura (>2.50m), alto contenido de azúcar en tallo (> 16º Brix) y baja producción de grano y se utilizan fundamentalmente para bioenergía.
Por su alta producción de biomasa o sea materia seca, pueden ser utilizados en pastoreo directo o picado para su consumo. Por otra parte, debido a su baja proporción de panoja en relación al total de biomasa (menor contenido de almidón), la calidad del silaje de planta entera que produciría, es inferior a la de un granífero.
La variabilidad genética de la especie sorgo, le permite una gran plasticidad que requiere del conocimiento sobre la adaptación y respuesta productiva a las condiciones edafoclimáticas de cada región sorguera del país.
Es así que, en la EEA. Reconquista y AER Las Toscas se vienen realizando distintos ensayos de evaluación de sorgos graníferos, sileros y para bioenergía con el objeto de relevar su comportamiento y respuesta a este ambiente.
Ensayo de evaluación de rendimiento (grano y biomasa) y comportamiento a enfermedades de cultivares de sorgo. AER Las Toscas.
Metodología
La AER Las Toscas y su área de influencia agrícola-ganadera se encuentra dentro de la región subtropical húmeda, al NE de la Provincia de Santa Fe.
En la campaña 2016/17 se implantó en el campo del productor Gustavo Mejía, Distrito de Villa Ocampo, un ensayo de variedades e híbridos experimentales graníferos, doble propósito, para silaje y de biomasa, de INTA, y otro ensayo de híbridos graníferos comerciales.
El primero, se implantó en un diseño de bloques al azar con tres repeticiones en 4 surcos de 5 m de longitud y a 52 cm entre surcos, en siembra directa. Previamente se realizó un barbecho químico sobre rastrojo de girasol y se aplicó atrazina 1,5 litros en preemergencia. Debido a exceso de lluvias no pudo implantarse el ensayo en la fecha óptima para la zona, por lo que se sembró el 21 de enero de 2017.
Participaron en el ensayo 15 cultivares experimentales de INTA y un híbrido azucarado para bioenergía (Biosilero INTA Pemán), de los cuales siete eran azucarados y 9 para silaje (4 con la característica nervadura marrón de bajo contenido en lignina) (Fig.1).
A su vez el ensayo de híbridos comerciales se implantó en el mismo lote, al lado del anterior, en la misma fecha de siembra y condiciones de manejo, pero en un diseño de franjas apareadas. Se sembraron 15 híbridos pertenecientes a las empresas semilleras: Nuseed SA, AdSur Semillas Híbridas y Advanta (Fig.1).
A la siembra se aplicó 30 kg/ha de fosfato diamónico debajo de la línea de siembra y a los 30 días aproximadamente se aplicó urea (50Kg/ha) al voleo. A los 40 días de emergencia aproximadamente (V4) se aplicó insecticida para control de oruga cogollera.
Las precipitaciones y temperaturas de la campaña 2016/17, se registran en el Cuadro 1 y se comparan a los promedios históricos mensuales. A su vez las temperaturas mínimas, medias y máximas correspondientes al período del cultivo de la campaña mencionada (Julio 2016 a junio 2017) se observan en las Fig.2 y 3.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Las condiciones climáticas durante el periodo del cultivo, fueron desfavorable para la expresión del potencial de los cultivares y más aún porque se sembró tardíamente, debido a la distribución de las lluvias. En los primeros estadíos vegetativos hubo deficiencias hídricas (Cuadro 1, Fig.2) y hacia cosecha, excesos, sumado a problemas por vientos y lloviznas continuas.
La germinación se inició a los 6-7 días de la siembra en los materiales más precoces, floreciendo a los 70-75 días en cultivares como Minú II INTA.
Los participantes respondieron a un ciclo intermedio-largo, siendo los cultivares azucarados los de ciclo más largo, con excepción del Exp. INTA 4819. Esto afectó la formación de grano y la inducción de ergot (Claviceps purpurea) ya que recién a inicios de mayo estaban en floración. La presencia de este patógeno está asociado a la falta de fertilización en la inflorescencia.
El 24 de abril se cosechó SILERO INTA Pemán en estado lechoso/pastoso para determinar el potencial de rendimiento de biomasa para silaje. El mismo arrojó un rendimiento de 48.4 tn/ha de materia verde (MV) en una densidad de 153.000 pl/ha. Si bien estos valores son menores a los obtenidos en fechas óptimas de siembra y con precipitaciones normales a las históricas, debe destacarse que esta producción de materia verde desarrollada en 90 días, fue significativa para la fecha de siembra tardía.
Las lluvias de 81 mm registrados entre el 18 al 25 de abril y el temporal de precipitaciones torrenciales del 8 de mayo que en 24 horas acumularon 127 mm; con 4 días consecutivos de vientos, lluvias y lloviznas que adicionó otros 100 mm, produjeron vuelco físico de las plantas, por falta de anclaje. A su vez, estas condiciones climáticas indujeron el deterioro por hongos (tanto foliares como de panoja y tallo), en la mayoría de los participantes, dificultando su cosecha (Fig.5).
El promedio de lluvias para el mes de mayo fue de 277 mm, valor significativamente superior a 59 mm, promedio histórico para la región en el mes considerado (Fig.2).
No obstante, se realizó un muestreo en las parcelas de cada uno de los materiales implantados, obteniéndose valores desde 320 Kg/ha (plantas volcadas y con podredumbre basal y de tallo por Fusarium spp.) a 3.000 Kg/ha en los mejores materiales graníferos.
Respecto a las temperaturas (Fig.3), se observa que en enero hasta marzo, las mínimas y máximas fueron favorables para la siembra, germinación, crecimiento y desarrollo vegetativo del cultivo, coincidente con inicio de panojamiento en la mayoría de los materiales.
Sin embargo, en Abril (inicio de floración) comienza a descender las temperaturas con un promedio del mes de 6 Cº, valores similares que se mantuvieron en mayo y Junio (Fig.3). Estas temperaturas, desfavorables en términos generales para el cultivo, debido a la siembra tardía, afectó los cultivares de ciclo largo limitando la fecundación (esterilidad de polen) con el consiguiente daño por ergot y falta de establecimiento de semilla, expresado en bajos o nulos rendimientos. Debe destacarse que la temperatura mínima óptima para la floración en esta especie es de 16 ºC según genotipo.
En la Fig.6 se puede observar que entre el 9 de abril y 9 de mayo, se registraron días con bajos niveles de radiación, coincidentes con la floración y llenado de grano para esta fecha de siembra. Esto afectó el peso del grano al tratarse de una planta C4, que tiene alto requerimiento de radiación en estado fenológico, condición que fue determinante en la productividad de los materiales evaluados.
La siembra tardía, alta humedad ambiental (humedad que se mantuvo entre 80 a 100% desde el 8 de abril y hasta la primera quincena de junio aproximadamente), las bajas temperaturas coincidentes con los períodos de floración, llenado de grano y madurez fisiológica, favorecieron el desarrollo de diferentes enfermedades fúngicas y bacterianas de las hojas, tallo y panoja (Fig.7).
La vulnerabilidad del cultivo por estas condiciones climáticas y la presencia de inóculo, predispuso a un ataque severo por patógenos causales de enfermedades conocidas y otras emergentes. Entre estas últimas se destacan la “Mancha de Hollín” (Ramulispora sorghi), Mancha en Cadena (Cercospora fusimaculans), ya observadas en 2012/2013 en la EEA Reconquista (Giorda. Laura M., comunicación personal), la “Mancha por Bipolaris” o “Mancha Difusa” (Bipolaris sorghicola) (Fig.8) y “Antracnosis” causado por Colletotrichum graminicola. Este último, es un patógeno muy variable y la virulencia de su aparición (en su fase foliar), ocasionando un “quemado” de las hojas (Fig.9) en los híbridos más susceptibles y síntomas más severos y agresivos en otros “resistentes”, hace sospechar la presencia de una nueva raza del mismo, lo cual está en estudio.
Entre las enfermedades conocidas, se destacaron, por su severidad en algunos materiales, el vuelco por Fusarium spp (Fig.5), tizón de la hoja (Exserohilum turcicum) y roya (Puccinia purpurea) (Fig.10), el tizón de la panoja (Fusarium spp) (Fig.11). y ergot del sorgo (Claviceps africana) (Fig.4).
CONCLUSIONES
Si bien los ensayos fueron implantados en fecha tardía para la zona, los resultados obtenidos permitieron conocer el potencial productivo y la respuesta a los principales patógenos de los materiales evaluados, ante condiciones climáticas extremas.
Con respecto a la producción de materia verde (MV), SILERO INTA Pemán, en estado lechoso/pastoso, con densidades promedios de 153.000 pl/ha, produjo 48.4 tn/ha de biomasa para silaje. En lo referido al rendimiento de granos, los promedios oscilaron entre los 320 Kg/ha a 3.000 Kg/ha en los mejores materiales graníferos.
Este trabajo, a su vez, permitió identificar nuevas enfermedades emergentes para el NE de la provincia de Santa Fe, como: “Mancha de Hollín” (Ramulispora sorghi), Mancha por Bipolaris o Mancha Difusa (Bipolaris sorghicola), Mancha en cadena (Cercospora fusimaculans) y Antracnosis causado por Colletotrichum graminícola, nueva raza para la zona, lo cual está en estudio.
La información obtenida y su difusión permiten conocer la adaptación del cultivo, sus limitaciones y el efecto de siembras tardías y, a su vez identificar genotipos (variedades e híbridos) de mejor comportamiento frente a las principales enfermedades de la región.
Autora: Laura Maria Giorda