Mientras la disputa de la Argentina con los Estados Unidos por el biodiésel va camino a la presentación de un reclamo del Gobierno ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), antes de fin de año el país podría tener una noticia positiva para el intercambio comercial bilateral por el lado de la apertura de ese mercado para la carne vacuna.
El contacto fue a pedido del FSIS, luego de una dura carta que había mandado el entonces ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, con membrete de la Cancillería, para reclamar por la demora de las autoridades norteamericanas en hacer operativa la apertura a las importaciones del producto argentino.
Sin embargo, hasta ahora no se hizo efectiva esa apertura. Primero, porque el país no tenía un laboratorio de análisis que cumpliera las condiciones pedidas por Estados Unidos, y luego, por sucesivas trabas burocráticas, no se pudieron concretar ventas. La Argentina espera colocar allí unas 20.000 toneladas, que representarían una facturación de unos 100 millones de dólares para los frigoríficos locales.
Efecto Brasil
Al país también le jugaron en contra los problemas sanitarios en Brasil por los escándalos de la carne adulterada, que hicieron que las autoridades norteamericanas se pusieran más exigentes con las importaciones provenientes del Mercosur.
La videoconferencia del Senasa con el FSIS fue “positiva” y se aclararon varios puntos. Igual, el FSIS pidió más información y el Senasa prometió responderle a la brevedad.
“Sanitariamente el tema está terminado; no da para más. No tienen más excusas para demorar la apertura”, dijo un empresario industrial del sector frigorífico.
Por su parte, una fuente oficial expresó su confianza en que el mercado se abrirá, aunque, por cautela, dijo que eso “no será inminente”. Hay expectativas de que, de todos modos, sea antes de fin de este año.
Una señal alentadora podría encontrarse en lo que señaló el encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en la Argentina, Tom Cooney, la semana pasada, tras conocerse la sanción que el gobierno de Donald Trump le impuso al biodiésel argentino. Cooney afirmó que luego del acuerdo por la exportación de limones argentinos y la venta de carne de cerdo que su país pretende venderle a la Argentina “actualmente mantenemos un diálogo productivo destinado a aumentar el comercio bilateral de carne vacuna”.
Para la industria frigorífica argentina, llegar al mercado norteamericano significa tener un respaldo importante para luego intentar vender carnes en otros mercados exigentes en materia sanitaria, como Japón y México.
Volver a hacer un reclamo ante la OMC por este motivo es una posibilidad que se evaluó en diversos ámbitos. Pero como el mercado norteamericano en lo formal está abierto, aunque no operativo, lo único que podría responder la OMC es que se aplique una medida de represalia.
En esta línea, para algunas fuentes del sector una represalia podría ser no dejar que ingrese al país la carne de cerdo de Estados Unidos. Sería la carta de recambio para pedir por la carne vacuna.
La importancia de la operación
20.000
Toneladas
Es el volumen de carne vacuna que la Argentina espera colocar en EE.UU. cada año
100
Millones de dólares
Es la cifra que facturarían los frigoríficos argentinos por esas exportaciones al mercado norteamericano