La devaluación del real en Brasil está generando un alto grado de preocupación en las economías regionales dado que las importaciones de productos agroindustriales de nuestro principal socio comercial están comenzando a encarecerse.
Es que la moneda brasileña, que comenzó el presente año en 3,20 reales por dólar, ahora cotiza a 4,0 reales por dólar en línea con la incertidumbre que genera la retirada de los fondos especulativos de activos financieros de países emergentes.
«Está claro que la devaluación de alrededor de un 50% del peso argentino en lo que va del año se está viendo contrarrestada por la depreciación del real», manifestó a LPO Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
«Las empresas que quieran colocar productos en el mercado brasileño van a registrar una pérdida de rentabilidad», advirtió Argañaraz, para luego mencionar que «esta situación causa un factor de presión extra que complica aún más la economía».
Hay diversos productos que son dependientes de cualquier vaivén que ocurra en Brasil. El vecino país es el principal comprador de cebollas, aceitunas verdes, arvejas, ajos, pasas de uvas, peras, porotos y quesos, entre otros alimentos.
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«Lo que pasa en Brasil nos impacta de lleno en nuestro país porque, en definitiva, se desacelera la demanda de productos argentinos», dijo a este medio Marcelo Elizondo, director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI).
Quizá el caso más grave es el de los ajos en función de que en el primer cuatrimestre de 2018 el 84% de las exportaciones de ese producto se enviaron a Brasil, según datos del Senasa publicados en el sitio especializado valorsoja.com.
Otros productos con alta exposición en el mercado brasileño son las pasas de uva y las arvejas que se producen, principalmente, en la zona de Cuyo. En el caso del primero, un 58% del total de los envíos fueron a Brasil, mientras que en el segundo fue un 27%.
Otras producciones afectadas por la devaluación del real son las peras (se exportaron a Brasil casi 39.000 toneladas en enero/mayo) y los porotos Alubia (se enviaron al mercado brasileño 15.000 toneladas sobre un total de 76.000 en igual periodo).
Eduardo Rodríguez, presidente del área de Economías Regionales de la CAME, alertó que «la mayoría de las producciones presentan problemas de elevados costos internos, alta presión tributaria, bajos precios y un frente externo que preocupa cada vez más».
«Muchos productores vendieron sus cosechas a principios de año con un dólar a 20 pesos y ahora están enfrentando la nueva campaña con costos dolarizados a 30 pesos. Las economías regionales no están viendo esa devaluación», agregó Rodríguez.
Reducen reintegros
A la devaluación del real se sumó la reducción de hasta un 80% en los reintegros a las exportaciones de un extenso listado de productos agroindustriales, según indica el decreto 767/18 publicado este martes en el Boletín Oficial.
Entre los productos más perjudicados por la medida se encuentran la harina de trigo que pasó ahora a tener un reintegro del 0,75% versus 3% la semana pasada y la carne vacuna que tenía un 2,5% y ahora cuenta con un 0,5% de devolución.
«Los reintegros significan para nosotros un incentivo a la política exportadora que hace casi nuestro único instrumento de visualización a futuro», comentó Diego Cifarelli, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM).
«Mirar solamente el tipo de cambio no aplica a todos los sectores por igual; los molinos harineros tienen un 80% de los costos dolarizados y actualmente contamos con un 50% de capacidad ociosa. Ósea, trabajamos 15 días al mes», sostuvo Cifarelli.
«Sabemos la difícil situación que vive el país, pero también somos concientes del momento que atraviesan las empresas. La producción y la exportación son los únicos caminos viables para salir adelante», concluyó el titular de FAIM.
Los frigoríficos exportadores se mostraron molestos por la reducción de reintegros. «Es contraproducente con el objetivo de ganar mercados y ser más competitivos», apuntó Daniel Urcia, vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas (FIFRA).
«Este tipo de medidas perjudican el crecimiento de la producción y hay que tratar de evitar afectar la economía productiva», añadió el dirigente de la industria cárnica que este año superará las 420.000 toneladas enviadas al exterior.
