¿Qué pasará en el segundo semestre? La faena actual, que apunta a alrededor de 14 millones de cabezas anuales, no se puede mantener si se quiere conservar el stock, tanto por la tasa de extracción que se observa como por la participación de las hembras.
Hay un porcentaje muy importante de los ganaderos que sigue creyendo en el futuro de la ganadería, que hacen importantes inversiones en genética, instalaciones, pasturas, maquinarias y alimentación, entre otras cosas. En general, son productores medianos y grandes, que tienen acceso al capital y a la tecnología; creen que los precios actuales se recuperarán apenas la abultada oferta ganadera actual -consecuencia del clima- se revierta, y a medida que la reserva del poder de compra que tiene la exportación se traslade al valor de la hacienda.
Según esta visión, la situación actual de bajos precios es coyuntural y en la medida que se exporte más y se reduzca la cantidad de carne disponible para el consumo, los precios reales del ganado tenderán a aumentar. Apenas el clima acompañe y los campos empiecen a recuperarse, lo que se espera para septiembre-octubre, la faena bajará y los precios de la hacienda aumentarán, y esto gatillará el comienzo de un proceso de retención, o al menos, de interrupción de la fase de liquidación (moderada) actual.
Pero otros analistas observan otra cosa: la elevada faena actual de hembras responde en buena medida a la baja rentabilidad de la cría, actividad cuyos ingresos resultan claramente perdedores en relación a la inflación y al valor de los insumos. En concreto: se venden más vacas y vaquillonas porque el criador -al cual el clima además no lo acompaña- necesita vender más kilos que hace dos años para mantener un determinado nivel de vida o para cubrir los gastos del establecimiento.
Condicionantes
La oferta actual de carne vacuna, pese al repunte de la exportación, ha venido creciendo desde 2015, no sólo porque nacen y se destetan más terneros, sino también porque la retención, que fue intensa en el 2016 y el 2017, hoy ha desaparecido. Aún con el aumento en el volumen exportado, la oferta actual de carne vacuna supera lo que la demanda puede absorber: este alto nivel de oferta se corresponde con precios reales 10 por ciento inferiores al promedio histórico.
La exportación, que sólo demanda hasta ahora novillos pesados o vacas conserva, no está en condiciones todavía de arrastrar a todo el mercado ganadero a la suba: la escasez de novillos pesados o vaca conserva, no puede contagiar o arrastrar a la suba los valores de los novillitos, terneras o vaquillonas, categorías cuya oferta se prevé que será muy abundante por varios meses.
Fuente: AgroVoz