En octubre, la faena argentina totalizó 1,26 millones de cabezas, 1% más que en septiembre y 3% menos en forma interanual.
Se trata del cuarto mes de este año con reducción frente al mismo mes de 2019. No obstante, la faena media diaria superó en 6% la de septiembre pasado y la de octubre de 2019.
Tanto el procesamiento de machos como el de hembras viene recorriendo un camino de reducción interanual, sea en forma absoluta (hembras) o mostrando crecimientos cada vez menores (machos).
Es la primera vez en más de tres años y medio que la faena de hembras de 12 meses acumulados resulta más baja que la de un año atrás. En tanto, tomada de a tres meses móviles lleva ocho meses en terreno negativo lo que no se veía desde fines de 2016. Los números de meses individuales también marcan retrocesos en el último semestre.
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En el caso de los machos, que impulsaron el crecimiento de la faena total durante un año, desde agosto de 2019, ya llevan varios meses de aumentos cada vez menores y, en octubre, pasaron a los números negativos, por primera vez desde julio de 2019.
El porcentaje de hembras se estabiliza en 45%
Octubre fue el tercer mes consecutivo en que la participación de hembras se ubica en el acotado segmento de 44,7-44,8%, habiendo caído desde casi el 50% de mayo o, inclusive, desde más del 52% de abril de 2019. Desde principios de 2018 que no se veía un porcentaje tan bajo.
La faena según dentición
En octubre se profundizaron las tendencias de reducción de la faena de hembras de dos y de cuatro dientes mientras que sigue aumentando la de ocho dientes, lo que estaría hablando de una mayor limpieza de vacas adultas.
Sigue con una fuerte contracción la faena de vacas de seis dientes, en el orden de 30% interanual, lo que indica el esfuerzo de retener reproductoras.
En el caso de los machos, en octubre dejó de crecer la faena de animales de dos dientes. Las otras tres categorías también muestran variaciones negativas.
La faena del año sigue alta
El acumulado de estos primeros diez meses del año, de 11,8 millones, es el número más alto de más de diez años, sólo superado por los años de altísima liquidación, 2008 y 2009.
Sin embargo, y gracias al sostenido aumento de las existencias desde 2012, hoy se pueden destinar a frigorífico en ese nivel sin que estemos ni cerca de temer una liquidación.
Al contrario, la moderación en la faena de los últimos meses emite una imagen de un sector que está invirtiendo para crecer, a pesar del contexto económico, nacional e internacional.