Nuevamente llega esta estación y la huerta nos muestra su lado más cordial. La disponibilidad de luz solar beneficia el desarrollo de hortalizas y frutos. Los huerteros se alegran al observar que los días se vuelven más cálidos, debido a que el aumento de las horas con luz solar activa es una fuente de energía indispensable para el crecimiento de las hortalizas de primavera-verano.
Por eso, técnicos de la Agencia INTA General Acha comienzan a brindar los talleres donde aportan algunos consejos para cuidar la huerta en esta época. El día 5 de Agosto se dio inicio a las capacitaciones en la Huerta Municipal de la localidad de Doblas, La Pampa. Se trata de una gran superficie con una estructura en capilla, realizada en madera, la cual “reabre sus puertas”, luego de un período de desuso.
El taller “Planificación de la Huerta Primavera – Verano” consistió en tratar a modo práctico la importancia de la planificación de la huerta, el diseño de la misma, el calendario de siembra, distintas formas de siembra, la elaboración de plantines y el armado de tablones. Fue destinada a los trabajadores de la huerta y a toda la comunidad con interés en auto producir sus alimentos y/o generar un espacio de recreación al aire libre, sumamente saludable.
Algunas consideraciones para cuidar los cultivos de la huerta y asegurar una buena cosecha son:
– El comienzo de la siembra se estima para cuando ya no haya riesgos de heladas: en esta zona es en septiembre-octubre.
– Las especies que requieren trasplante como tomate, pimiento y berenjena conviene llevarlas a la huerta recién a partir de octubre, cuando se haya ido el frío intenso.
– El período primavera-verano se destaca por la disponibilidad de luz solar, una condición indispensable para que crezcan las hortalizas de fruto como zapallo, zapallito, pepino, sandía, melón, tomate, berenjena, pimiento, poroto y maíz. Además, prosperan otras especies como albahaca, achicoria, rúcula, acelga, lechuga, batata y papa.
– Las hortalizas de época necesitan calor y sol para un crecimiento saludable. La demanda de intensidad de luz depende del tipo de hortalizas: las de fruto son las más exigentes y se ubican en la zona más soleada de la huerta, mientras que las de raíz y hoja se adaptan a un sector intermedio.
– Para asegurarse el éxito de las hortalizas, es importante considerar el estado nutricional del suelo y la incorporación del compost, lombricompuesto o algún estiércol (puede ser de gallina, caballo, vaca, conejo ya que se pueden encontrar con facilidad debido a su abundancia en la zona), previo a la siembra, como estrategia fundamental para restituir y mantener la fertilidad del suelo. De esta manera, se proporciona a la planta una nutrición equilibrada y un rápido crecimiento inicial.
– Una estrategia para que las plantas crezcan más rápido es colocar las semillas en un recipiente con agua durante dos días, con el fin de acelerar el proceso de germinación y permite que los cultivos cubran con mayor uniformidad la superficie.
– Proteger el suelo con coberturas de alrededor de 2 cm compuesta por restos orgánicos como paja, hojas, pinocha, pasto seco, yerba, entre otros, ya que se logra disminuir la velocidad de impacto de la gota de lluvia, evita la erosión, favorece la penetración de agua en el suelo, mejora la eficiencia de uso del agua y baja la temperatura a nivel del suelo, disminuyendo el estrés térmico en la planta.
– Proteger los cultivos de las altas temperaturas por medio del armado de reparos con ramas o el uso de media sombra.
– Acordarse de dejar algunas plantas del invierno para que puedan completar todo su ciclo y así lograr la autoproducción de semillas.
Para más información:
Agencia de Extensión Rural INTA General Acha
Dirección: Avellaneda N° 530
Teléfono: (02952) 432 233