En el programa Mercadovisión, que se emite por la pantalla de Canal Rural, el directivo analizó las perspectivas para la campaña de trigo. “Hacía rato que no arrancamos una buena siembra, este año estará arriba de las seis millones de hectáreas y hay muy buena fertilización”, estimó. En este contexto, remarcó que “no me sorprendería que la producción sea superior a las 20 millones de toneladas”.
Para Hughes, este aumento en el área de siembra responde al buen precio del trigo. Con stocks mundiales a la baja originados en problemas en los principales países productores, el valor del cereal se encuentra firme.. “Hay 50 destinos para el trigo y en el último año se duplicaron. El trabajo que sería bueno hacer es agregarle valor a lo exportado”, manifestó.
Pero más allá de este panorama favorable, la cadena triguera tiene cuentas pendientes, y una de las principales es combatir la informalidad, que según advirtió el directivo “es tremenda”. En el caso de la harina, y de acuerdo a estimaciones de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), un 20% de la harina producida en Argentina no pasa por ningún tipo de control. “Además del tema impositivo, no hay controles sanitarios”, señaló.
En el ámbito legislativo nacional todavía no se logra llegar a un acuerdo para redactar una nueva ley de semillas. El sector agrícola trabaja con una ley redactada en el año 1975, y el desarrollo de la biotecnología deja en evidencia que la actual legislación es obsoleta. “Con respecto a la Ley de Semillas, es triste a esta altura discutir la propiedad intelectual”, lamentó Hughes.