Muchos dirigentes, políticos y rurales, se han pronunciado en favor de encontrar soluciones para los problemas de la lechería argentina, incluso aportando recetas y repitiendo conceptos repetidos. En el Congreso Nacional el tema no tuvo la masividad que se solicita desde las cuencas lecheras, pero sí generó algunos debates. Quien buscó impulsar un proyecto de ley atendiendo las penurias del sector, fundamentalmente de los tamberos, fue el diputado nacional Gilberto Alegre, justamente el presidente de la Comisión de Agricultura en la cámara baja.
Dialogamos con el legislador del Frente Renovador sobre esta situación y en primer término reconoció que le «ha costado muchísimo hacer funcionar la Comisión, no es fácil conseguir los consensos necesarios. Estando ante la finalización de un ciclo legislativo, finaliza mi mandato como diputado, tenemos muchos proyectos presentados que tienen el consenso entre la gente, falta el compromiso de la dirigencia. Quiero dejar bien en claro que lo que hicimos razonable, se intentó».
-Diputado, ¿qué desarrollo pudo lograr del proyecto de ley para la lechería?
-Presentamos el proyecto en la Sociedad Rural en el año 2016, estuvimos casi 1 año y medio buscando alternativas, conversando con los sectores involucrados, con los distintos actores políticos. Gente de Santa Fe, como Alicia Siciliani, con un proyecto que había presentado con la necesidad de crear un instituto de lechería. Hablamos con gente del PRO, el diputado Preto que presentó un proyecto para generar un fondo anticíclico a través de un fideicomiso. Fuimos elaborando un despacho, lo consultamos con todas las entidades vinculadas y la mayoría estuvo de acuerdo. Pero el Ejecutivo no ha prestado el apoyo que nosotros entendemos debe prestar para este tipo de cuestiones, más teniendo en cuenta la crisis que vive el sector lechero.
-¿A qué apunta la propuesta de ley?
-No estamos hablando de la industria, estamos hablando de los tambos. Esta situación se ha visto agravada notablemente y ha atravesado sucesivas crisis, de los precios y de la participación del sector en el precio final de góndola, en la crisis hídrica. Nosotros entendemos que el Estado tiene que estar presente, no para dar subsidios, sino para regular el manejo. El sector lechero no es un sector que necesite subsidios, lo que necesita es ordenar el funcionamiento de la cadena. Cuando uno va a la góndola lo que uno ve es el precio del producto no se refleja en lo que recibe el productor. Lo que nosotros entendemos es que tiene que haber una regulación, no que el Estado aporte dinero».
-¿Incluyó en la iniciativa mecanismos de precios de referencia?
-Es un tema que a este gobierno no le suena muy razonable, es decir todo lo que signifique intervención en la formación de precios. Si nosotros entendemos que la cadena debe estar ordenada, no puede haber un abuso del último eslabón, que es el supermercadismo y su relación con la producción. Si vemos los precios en Inglaterra, por ejemplo, el productor participa casi con el 52% de los precios de góndola, en EE.UU. con el 45%. Algún ordenamiento tiene que haber en esta cadena para que no se produzca una situación tan abusiva. Más allá de esta cuestión, el instituto lechero que se prevé tiene que trabajar ordenadamente con el Observatorio Lácteo, se debe determinar los costos de producción de las cadenas de las distintas cuencas lecheras. En ese caso, cuando las cuencas estén trabajando con déficits por distintas situaciones, como las inundaciones, debería disparar el funcionamiento del fondo anticíclico para subsidiar a aquellos productores que están en crisis. No subsidiar la rentabilidad, de ninguna manera, tenemos que hablar del tema de costos. Es una ley marco, en la cual sin ninguna duda es la subsecretaría de lechería que tiene que intervenir para regular esta situación, pero con el aval de los productores. Un proyecto muy equilibrado que requiere de la participación de los distintos involucrados. El sector lácteo es complejo, hay muchas entidades, para lo cual tendrán que ordenarse y elegir un representante para dar este debate y esta discusión. Lo que se busca es orden».
-¿Qué mejoras cree que logró el Gobierno?
-El Gobierno no ha tenido una actitud proactiva en términos del ordenamiento de la cadena. Si bien en algún momento salió con algunos subsidios al principio, yo he recorrido distintas cuencas y he hablado con mucha gente y los productores no están pidiendo subsidios. Están pidiendo orden. Lo que queremos dejar es tranquilidad para el Gobierno, esto no tiene costo. Es un tema que tiene que ordenar los propios productores y para eso obviamente tiene que intervenir el Estado, pero como árbitro de las situaciones internas. Si ustedes hablan con el Gobierno dicen ´el sector lácteo está teniendo rentabilidad´. Yo no puedo discutir eso porque puede ser que en algún sector particular algún productor puede estar teniendo rentabilidad, pero en otras cuencas están totalmente a déficits, siguen cerrándose tambos.
-¿Cómo se puede salir de esta coyuntura sin un marco normativo?
-Es difícil, pero por lo pronto el Observatorio tiene que determinar en cada caso y cada cuenca cuál es la situación de productividad. Ahora se creó el fondo de asistencia con el cual se le va a dar mucha plata a SanCor, ¿y por qué no ordenamos a los productores? El problema de SanCor es de otra naturaleza, lo que nosotros debemos tratar es de preservar la producción de leche. Por los tamberos, por los pueblos nuestros del interior, por los trabajadores de la leche y además, porque es un producto estratégico para la economía nacional, somos un país productor de alimentos.
