La luz les genera interés visual a las abejas y les ayuda a mejorar la navegación cuando salen del panal; en otras, palabras las guía y las orienta más rápidamente para encontrar las flores de las que obtienen su alimento.
Así lo determina un experimento realizado por el estudiante Robert Mateo Ocampo García, de Ingeniería Electrónica de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales.
El investigador indica que al encender estos dispositivos, instalados previamente en un cultivo de flores, se observó que aumentaba la densidad de abejas que llegaban al jardín, comparada con las que llegan al cultivo si se les aplican, por ejemplo, leds de luz blanca, o se deja sin ninguna iluminación.
En este sentido, el profesor Jorge Hernán Estrada Estrada, de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura, explica que cuando las abejas llegan a los cultivos se demoran entre 20 y 30 segundos en alimentarse del néctar.
“A partir del néctar la abeja produce la miel y la cera que ayudan a construir su panal. Estos insectos también son responsables de la polinización, con lo que hacen posible la producción de semillas y frutos en la naturaleza”, detalla el docente.
Agrega que con este experimento se busca que abejas exploradoras encuentren más fácil y rápidamente su fuente de alimento, y por ende reducir la tasa de riesgo de desaparición por agotamiento, cuando deben buscar fuentes de alimento alejadas de su hábitat natural.
En Estados Unidos, por ejemplo, el 60 % de las abejas ha desaparecido, mientras que en Europa la cifra llega al 50 %. La crisis ha llegado a tal punto, que Inglaterra está importando colmenas de abejas sanas.
Pruebas en campo
El estudiante de Ocampo utilizó un cultivo de flores ubicado en la vereda La Cabaña, en Manizales, donde escogió tres masetas o materas para realizar la exploración. A una de ellas se le acoplaron luces led blancas en forma de círculo alrededor de la flor, otra se adaptó con led ultravioleta y la última se dejó intacta.
Durante tres días el observó el comportamiento de las abejas cuando llegaban a las flores. Por una hora diaria, cada día, realizó un registro fotográfico cada 15 minutos, a 1,5 m de distancia de las macetas, para analizar la preferencia de los insectos ante los estímulos.
Como resultado, encontró que los animales se acercaban más a la matera que tenía luz ultravioleta; cerca de un 45 % de las abejas que se observaban en los diferentes registros tomados: “las que iban a la maceta sin led, al cabo de unos segundos se movían a la maceta con luz ultravioleta”.
También se encontró que a la luz blanca se acercaba un 35 % de las abejas, y sin luz fue de 20 %.
“Estos cálculos se hicieron en un programa de computador que ayudó a determinar la densidad de presencia de estos insectos en cada una de las materas”, expresa el estudiante.
El profesor Estrada concluyó que el experimento en el que la luz ultravioleta mejora la navegación de las abejas al hacer una reflexión de la luz sería un insumo importante para crear colonias, por ejemplo, e incluso para hacer un cercado especial para tener un área adecuada en donde las abejas consigan con mayor facilidad su alimento y así propiciar su reproducción e incrementar la producción de miel.
Vía: Mundoagropecuario