El 30 de marzo último, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) calculó el stock ganadero en 53,3 millones de cabezas. En los doce meses previos (abril 2016-marzo 2017), la faena de ganado vacuno fue de 11,8 millones de cabezas, y si bien el Senasa no ha publicado la mortandad de ganado adulto que calculó para llegar a ese stock final de 53,3 millones, la misma habría sido del cuatro por ciento, o sea 1,53 millones de cabezas. Este registro parece algo elevado, pero debe decirse que históricamente la mortandad ha sido calculada en dos por ciento anual, y es perfectamente posible que un año con las graves inundaciones que se dieron en el 2016, dicho porcentaje se haya incrementado hasta cuatro por ciento.
Para el ejercicio ganadero que empezó en abril del 2017 y que terminará a fines de marzo próximo, lo primero que debe destacarse es que la faena se incrementará en más de 800 mil cabezas, que la mortandad probablemente sería igual o superior a la de 2016, y que el número de terneros destetados sería en el mejor de los casos igual a los dos años anteriores, o sea, algo más de 14 millones de terneros.
Consencuencias
Las graves inundaciones que este año han sufrido extensas zonas criadoras de Buenos Aires y Corrientes, han traído como consecuencia una mortandad importante de vacas y terneros, que determinaría un menor stock de ambas categorías y una peor relación vaca/ternero a marzo próximo. Entre Buenos Aires y Corrientes se reúne el 44 por ciento del stock nacional. El dato más importante a seguir, a esta altura, es el de destete 2018: en los últimos años ha seguido creciendo el stock de vacas (417 mil vientres más a marzo último) y por este lado podría esperarse alguna sorpresa positiva, la cual podría ser que el porcentaje de preñez en el 2016 (parición 2017, destete 2018), se hubiera mantenido sin una baja importante, lo que combinado con un número de vacas creciente, podría arrojar un destete en términos absolutos algo superior a los 14,1 millones de terneros calculados originalmente.
Como están las cosas hoy, con una faena 800 mil cabezas más alta, y una mortandad y destete parecidas al ejercicio anterior, el stock ganadero a marzo del 2018 no tendría que presentar cambios significativos. El estancamiento del stock y el faltante de carne vacuna va a quedar a la vista en la medida que se afirme la tendencia actual: la recuperación incipiente de la demanda del consumo y la creciente demanda de la exportación.