La paciencia de los dirigentes de las cuatro entidades rurales nucleadas en la Mesa de Enlace pareciera empezar a agotarse en el marco de las diversas e históricas problemáticas que atraviesan los distintos complejos productivos.
Es que a la bronca por la vuelta de las retenciones y la suba de otros impuestos en algunas provincias productivas, se suman las altas tasas de interés que encarecen el financiamiento, la inflación del 45% anual y la crisis terminal de los tamberos.
La semana pasada los titulares de La Rural (SRA), Coninagro, Confederaciones Rurales (CRA) y Federación Agraria (FAA) se reunieron con las máximas autoridades de la Secretaría de Agroindustria, en la sede de Paseo Colón, para tratar crisis de la lechería.
El dato es que en el encuentro no sólo estuvieron los representantes de los productores y los funcionarios nacionales encabezados por Luis Miguel Etchevehere sino que también dijeron presentes los directivos del Centro de Industria Lechera (CIL) y Apymel.
Al término de la reunión, la Mesa de Enlace emitió un comunicado titulado «Profunda desilusión al más alto nivel». Allí consideraron que en Agroindustria «no se ha comprendido cabalmente el deterioro que viene padeciendo el sector lechero».
«Se sufre una crisis prolongada con frentes múltiples que empujan la actividad a un callejón sin salida. Este año se han perdido tambos todos los días y pareciera que la prioridad es confeccionar un tablero de monitoreo y control», apuntaron los dirigentes.
«Hoy la cadena enfrenta un mercado interno contraído, una exportación errática, incertidumbre cambiaria, altas tasas de interés, conflicto de intereses, productores trabajando a pérdida y las respuestas no son suficientes», agregó la Mesa de Enlace.
En la reunión en la sede de Agroindustria, Etchevehere estuvo acompañado por Santiago del Solar y Alejandro Sammartino. Por el lado de las entidades estuvieron Carlos Achetoni, Jorge Chemes, Ezequiel de Freijo y Silvina Campos Carlés.
Hugo Biolcati, ex presidente de la SRA y uno de los tamberos más importantes del país, salió con los tapones de punta contra la Secretaría de Agroindustria: «¿Alguien cree que todo esto sirve para algo?», se preguntó en su perfil de Facebook después de la reunión.
«El Estado aconseja exportar como única salida, mientras el mismo Estado no reconoce que quitó reintegros y aplicó retenciones a una actividad en crisis», disparó el reconocido dirigente rural de la zona oeste de la provincia de Buenos Aires.
El denominador común en la cadena es que todos trabajan a pérdida: los productores aseguran que con los 8 pesos por litro que reciben no cubren los costos de producción, mientras que las empresas afirman que están pagando por encima de su capacidad.
Es otras palabras, para que la actividad sea rentable los productores deberían cobrar actualmente alrededor de $ 9,30 por litro ($ 1,30 más que ahora), al tiempo que en la industria láctea sostienen que pagan 0,50 centavos por encima de lo que pueden.
La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) indicó que en septiembre la participación de los tambos representó un 29,2% del precio final, la industria un 29,3%, el comercio un 16,3% y el Estado un 24,9%.
Un informe técnico de Coninagro muestra que el año pasado se cerró un tambo por día y actualmente se cuentan 10.731 unidades productivas en la Argentina. Para la entidad en los últimos cinco años hubo una reducción de tambos de 2,3% anual.
Para trazar un paralelismo, en Uruguay los tamberos cobran unos 0,29 centavos de dólar por litro, una cifra 45% superior a la vigente en la Argentina, según datos publicados por el Instituto Nacional de la Leche del vecino país (INALE).
En tanto, en los primeros nueve meses del año, la producción argentina de leche fue de 7.225 millones de litros versus 7.662 millones registrados en el mismo lapso de 2017 y muy lejos de los 8.691 millones logrados en el periodo enero-septiembre de 2015.
Aprueban venta de SanCor
Los socios de SanCor aprobaron este miércoles por unanimidad una nueva oferta de Adecoagro S.A. por algunos activos de la empresa. Adecoagro se comprometió a comprar las plantas industriales de Chivilcoy y Morteros.
También se hará cargo de las marcas «Las Tres Niñas» y «Angelita», por un monto de u$s 45 millones. SanCor aceptó también vender a Vicentín el 10% del capital que aún conserva en Alimentos Refrigerados S.A., además de un centro de distribución en Córdoba y la marca «Lechelita».