En la entrevista que le realizó GEA, el Dr. José Luis Aiello advertía el día miércoles que el fenómeno de “La Niña” –que viene asociado a una escasez de lluvias en nuestro país– se intensificó y desgraciadamente nos acompañará durante el resto de la campaña comercial. Este hecho es muy preocupante tanto para los cultivos…
En la entrevista que le realizó GEA, el Dr. José Luis Aiello advertía el día miércoles que el fenómeno de “La Niña” –que viene asociado a una escasez de lluvias en nuestro país– se intensificó y desgraciadamente nos acompañará durante el resto de la campaña comercial.
Este hecho es muy preocupante tanto para los cultivos de soja como para los de maíz. En primer lugar, se espera un febrero muy seco, y este es precisamente el mes del año donde se definen los rindes de la soja en gran parte de Argentina, ya que es cuando la planta produce sus vainas (fructificación) y posteriormente comienza con el “llenado de granos”. El llenado de granos es el período crítico, puesto que durante el mismo la deficiencia hídrica puede tener consecuencias irreversibles. En el caso del maíz la etapa crítica es la floración, y el maíz de siembra temprana ya tuvo el infortunio de atravesarla en condiciones secas. Ahora, las expectativas están puestas en el cereal de siembra tardía, cuya floración comienza precisamente en febrero, con lo cual podría sufrir el mismo destino, con graves consecuencias en los rendimientos.
En el siguiente mapa, confeccionado por la Guía Estratégica para el Agro de nuestra institución, puede verse la evolución de la humedad del suelo al comparar la situación del 10 de enero con la del 17 de enero. Si bien hubo zonas puntuales que mejoraron su situación, como el sur de nuestra provincia y algunas partes de Córdoba, éstas eran justamente las áreas que en general y en términos relativos, menos acuciantemente necesitaban el agua. Es decir, en el resto de la región núcleo –principalmente en el norte de la provincia de Buenos Aires– el suelo estaba muy seco la semana pasada y lamentablemente continúa igual: los cultivos la están pasando mal.
Análisis de situación en Brasil
Como es sabido, nuestro país vecino ha visto aumentar su producción y exportación de soja y maíz en los últimos años, hasta disputarle el primer puesto a Estados Unidos para el caso de la oleaginosa. Por ello, lo que ocurra con la producción brasileña tendrá un notable efecto en los precios internacionales y, por ende, en los valores de estos granos en Argentina.
A la fecha Brasil también experimentó lluvias inferiores a las normales en la mayor parte su territorio, como puede verse en el siguiente gráfico confeccionado por el Centro de Predicción Climática (CPC) de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos. Se observa que gran parte del país del norte experimentó déficits pluviales de entre 15 y 50 milímetros, dependiendo de la región.
Para hacer un análisis más detallado, la tabla adjunta muestra la participación de cada estado brasileño a la producción nacional de soja y maíz lo cual permite hacer una evaluación de daños más precisa. Concretamente, los estados de Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Goiás arrojan una deuda de agua de aproximadamente 50 mm, y en estos se produce en conjunto el 62% de la soja carioca. En el caso del cereal, si a los anteriores les sumamos el estado de Minas Gerais (otro estado muy seco) se obtiene que en total aportan el 53% del maíz de este país, con lo cual este cultivo tampoco se estaría salvando de la sequía. Es decir, más de la mitad de la producción de soja y maíz brasileña se ve amenazada por la sequía. La buena noticia es que Paraná, donde se produce el 17% de la soja y el 23% del maíz, tuvo precipitaciones entre 15 y 75 mm superiores a las normales, lo cual es beneficioso para ambos cultivos. A su vez, Río Grande do Sul, donde se genera el 10% de la producción brasileña de la oleaginosa, tuvo en general un nivel normal de lluvias.
La reacción de los precios en los mercados de referencia
El temor a una merma de producción sudamericana como consecuencia de una temporada seca facilitó una recuperación del precio de la soja y el maíz en el mercado de Chicago, aunque sin alcanzar los valores a los que se negoció hacia finales del año pasado. Sucede que las ganancias se ven limitadas por la fuerte competencia que Brasil le está presentando a EE.UU. como abastecedor de granos al mundo en lo que va de la campaña comercial de granos gruesos 2017/18 para Estados Unidos (y que comenzó el 1ro de septiembre).
Hasta diciembre inclusive, Brasil exportó 6,5 millones de toneladas de soja, el doble que en el mismo período del año anterior, mientras que los despachos de Estados Unidos sumaron 30 millones de toneladas, un 15% por debajo del período septiembre-diciembre del año previo. Lo más grave es que este cuatrimestre coincide con la época de cosecha norteamericana, por lo que normalmente es cuando se registra el mayor volumen de exportaciones en términos relativos.
En el caso del maíz, la participación brasileña en el mercado internacional también fue muy fuerte hacia fines del año pasado. Las exportaciones de 18,5 Mt entre septiembre y diciembre de 2017 triplicaron las del mismo período del año anterior, aunque quedaron un 8% por debajo de las de 2015 en el mismo lapso. De cualquier modo, las exportaciones en el año calendario 2017 de maíz desde Brasil alcanzaron un récord histórico de 27,3 Mt. En tanto, Estados Unidos exportó entre septiembre y diciembre de 2017 un total de 11,5 millones de toneladas de maíz, un 30% menos que en el mismo cuatrimestre del 2016.
En el mercado local, por su parte, los precios replicaron las ganancias externas y al cierre de la semana los valores de referencia propuestos por la Cámara Arbitral de Cereales alcanzaron los $ 5.060/t para la soja y $ 2.840/t en el caso del maíz, superando en ambos casos el promedio de la semana pasada, que había sido de $ 4.977/t y $ 2.830/t, respectivamente. Para las próximas semanas, se espera que los eslabones de la cadena agrícola estén más atentos al cielo que a las pantallas, ya que lo que suceda con el clima en el próximo mes determinará la suerte de la campaña sudamericana de granos gruesos 2017/18.
Fuente: BCR | Por: Franco Ramseyer y Emilce Terré