La preñez en vacas adultas de rodeo general es 89 por ciento este año, superior al 82 por ciento de 2016, según un relevamiento del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en 30 establecimientos situados en la Cuenca del Salado.
El monitoreo continuo y sistematizado de los rodeos de cría en la Cuenca del Salado es un trabajo que los técnicos de la Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA realizan desde 2004 de modo ininterrumpido, en establecimientos de productores pertenecientes a grupos Cambio Rural y CREA.
El informe permite conocer el estado de situación de los rodeos de cría de establecimientos ubicados en los partidos de Magdalena, Punta Indio, Chascomús, Gral. Belgrano, Lezama y Pila, en los que las condiciones de suelo permitieron el ingreso.
La visita a 28 establecimientos, ubicados en 6 partidos de la Cuenca del Salado relevó el estado de situación de 30 rodeos con 5.835 vacas de las cuales el 60,2 por ciento habían parido.
La parición en 2017 «estuvo complicada y si bien la condición corporal se mantuvo e incluso fue mejor que la de otros inviernos, hubo mortandad de vientres y terneros por la enorme cantidad de lluvia caída en este período», según los técnicos del INTA.
Sin embargo, adelantaron que «los excesos de lluvia hacen previsible tener una buena oferta de forraje esta primavera acompañada de la concreción de un servicio exitoso».
En relación al porcentaje de mortandad de vientres durante el periodo abril-agosto en los últimos 13 años, se observa que «el valor del último año fue del 1,7 por ciento superado solo por el de la sequía 2009».
Al respecto, los técnicos destacaron que este año se registró mortandad de vientres debido a la incidencia de casos de hipomagnesemia durante el último invierno.
Con la comparación de los datos relevados, los técnicos del INTA observaron que «se registró un buen estado corporal de los vientres al parto debido a la excelente condición corporal con que entraron al invierno. La alta humedad y baja presentación de heladas hizo que haya poca merma de oferta invernal de forraje».
La evolución del estado corporal al parto en los últimos 13 años muestra una mejoría que los técnicos relacionan a la «excelente condición corporal con que entraron los vientres a un invierno de poca ocurrencia de heladas, con lluvia y elevada humedad, que permitió tener buena disponibilidad de pasto en esta etapa crítica del año».
Al discriminar por estratos la evolución del estado corporal durante los últimos 13 años se observa que «para el presente año se registró un 29 por ciento de vientres con estado corporal inferior a 3 (óptimo), un 2 por ciento inferior al 2016».
En cuanto al clima los profesionales de INTA señalaron que «las frecuentes precipitaciones con alta cantidad de agua caída produjo inundación y encharcamiento en varios partidos del área, con grandes pérdidas por mortandad de vientres y terneros».
Sin embargo, adelantar0n que «las perspectivas climáticas para esta primavera son buenas, por lo que es previsible obtener buenos índices de preñez durante el próximo servicio».
Debido a la apertura y colaboración, desde la Estación Experimental se reconoció «a todos los productores ganaderos, asesores y empleados que formaron parte del monitoreo de cría bovina en el área de influencia de la Cuenca del Salado».