La producción argentina de leche en 2017 fue de 9010 millones de litros, una cifra 8,9% inferior a la de 2016 y la más baja de la última década, según estimaciones realizadas por CREA en base a datos de la variación mensual a tambo constante publicados por el Ministerio de Agroindustria de la Nación.
El dato es que la producción nacional estimada en 2017 es similar al volumen de leche consumido por los argentinos en el año 2015 -una cifra de 9027 millones de litros- lo que implica que, en condiciones normales, Argentina está a pocos pasos de pasar a ser un participante marginal en el mercado internacional de lácteos.
En 2017, según datos oficiales, las exportaciones lácteas argentinas sumaron 726,7 millones de dólares, una cifra casi 11% inferior a la de 2016 y la más baja -en dólares constantes- desde 2004, cuando se registraron ventas externas por 543,5 M/u$s (cifra equivalente actualmente a 719,1 M/u$s).
Para no desaparecer completamente del mercado internacional, Argentina necesita racionar el consumo local de lácteos por medio de un aumento del precio interno de tales productos. En 2016 el consumo local fue de 8574 millones de litros (-5,0% que en 2015) y seguramente siguió cayendo en 2017 (cifras oficiales aún no disponibles).
En el año 2017, según los últimos datos publicados por el Indec, la canasta de productos lácteos básicos en la ciudad de Buenos Aires registró un aumento promedio de precios de 26,4% versus 21,6% el promedio de alimentos y bebidas no alcohólicas.
Con los precios actuales de la leche en polvo entera -unos 3000 u$s/tonelada FOB- las industrias con un perfil exportador no tienen mayores incentivos para incrementar las colocaciones externas. Pero si, tal como ocurrió en 2014, los valores FOB se tornan atractivos, los precios internos de los lácteos volarán por los aires para racionar aún más el consumo interno.
La única manera de evitar ese escenario es promover una mayor producción de leche, pero eso es algo difícil que pueda suceder este año con la restricción hídrica que quemó buena parte de las reservas forrajeras invernales en algunas de las principales cuencas tamberas argentinas.
Los tambos que lograron escapar de la sequía tampoco tienen mayores incentivos para poner el acelerador: con un valor del maíz disponible Rosario Matba de 3285 $/tonelada, se necesitaría este mes un precio de la leche del orden de 6,50 $/litro para mantener el mismo poder de compra presente en enero pasado.
Esta situación no es gratuita para el sector industrial: datos oficiales estiman que la capacidad ociosa presente en las empresas lácteas se ubica en promedio casi en el 50% en los últimos meses.