China, epicentro del brote de coronavirus, comienza a retomar su nivel de actividad y por ende su demanda. En ese escenario, el Mercado Ganadero de Rosario (Rosgan) afirmó que Argentina “podrá beneficiarse de esta reactivación” dada la fuerte penetración que ha logrado establecer en el mercado.
“Ello dependerá de cuán eficiente seamos en controlar la situación interna, preservando la actividad económica y asegurando la fluidez de la oferta”, señaló el informe realizado por María Belén Collati y María Julia Aiassa, de la consultora Big River.
Durante el mes de marzo la Argentina aumentó su producción de carne vacuna. De acuerdo a cifras oficiales del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, la producción en marzo alcanzó las 238.000 toneladas de carne vacuna, lo que se traduce en un aumento del 6,3% en relación al mes anterior y del 3,1% comparado con marzo 2019.
Además, en el primer trimestre del año las cifras de producción muestran un ligero crecimiento de 1,2%, acumulando 719.000 toneladas. En 2019 se habían producido 700.000 toneladas.
Si bien el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) había proyectado en enero que el comercio de carnes sería de 11.601 millones de toneladas en el 2020, luego de la crisis por el coronavirus corrigió sus estimaciones y prevé que se comercializarán 10.665 millones de toneladas. El año pasado el comercio mundial de carnes fue de 10.878 millones de toneladas.
En el mundo, aproximadamente el 36% del mercado de carne vacuna es abastecido por el Mercosur, sobre todo por Brasil (23%), Argentina (6%), Uruguay (4%) y Paraguay (3%). En el caso puntual de nuestro país se prevé que se comercialicen 675.000 toneladas, cuando a principio de año se pronosticaba que serían 840.000.
“Estamos ante una pandemia en la que todos pierden. Una situación pocas veces vista en la que se reciente la demanda pero también se reciente la oferta, al menos de manera transitoria. Las cadenas de suministro no solo de productos sino también de insumos para la producción también se ven afectadas y esto también repercute en el nivel de producción futura. Es decir, hoy la caída del comercio mundial se encuentra condicionada tanto por factores de oferta como de demanda”, explicó el informe de Rosgan.
Y sentenció: “Lo que pueda llegar a jugar como un factor diferencial es el tiempo de salida de esta crisis o, dicho de otra forma, el punto sobre la curva en el cual se encuentra cada país, fundamentalmente visto desde el lado de la demanda”.
FUENTE: El Economista