La raza africana Sanga se encuentra, cada vez, más presente en Argentina, principalmente en el norte donde las condiciones climáticas no son las mejores. En ese sentido, el jueves 12 de abril en Jesús María se desarrollará la 1º Jornada Ganado Sanga 2018, donde habrá diversas disertaciones para conocer un poco más sobre la genética de este vacuno.
De Frente Al Campo habló con Andrés Costamagna, criador de la raza bovina Sanga y quien también está presente en tal Jornada. “La ganadería argentina se caracteriza por usar razas puras, básicamente británicas y después han avanzado mucho las cruzas con Brahman y con Hereford. Nosotros en la Universidad Católica de Córdoba –UCC- en el año 95 empezaron las investigaciones, donde llevamos 20 años trabajando en esto y se formó una raza, que es una raza argentina que se llama San Ignacio que usa como vehículo para llevar la mejor genética argentina a lugares con condiciones más duras a la raza Tuli, que es una raza del grupo de Sanga africana”, explicó.
De esa forma, la llegada de esta raza africana y su cruza con otras posibilitó la formación de razas sintéticas. Incluso en 1922 fueron probados en la UCC los primeros embriones importados desde África. Con ello se desarrolló un programa de cruzamiento que combinaba la raza Sanga con las que se utilizaban en Argentina. A partir de ello se medían las variables en cuanto a la viabilidad de la raza.
Respecto a las características de esta raza, Andrés Costamagna señaló que “la raza Sanga africana son dos Taurus con todas las mismas características de adaptación del Bos Indicus, pero que ha convivido con el hombre durante 5.000 años en territorios donde las condiciones son extremas”. Y agregó: “Han padecido todas las enfermedades por lo tanto es una herramienta en cuanto a mejoramiento genético, capacidad de adaptación y producción que tiene que ver con resistencia, rusticidad y capacidad de cruzamiento con complementariedad con las razas británicas”.
Con el correr del tiempo, Sanga se ha ido expandiendo en el territorio de nuestro país, principalmente en zonas, donde las condiciones metereológicas impiden la adaptación de ciertos tipos de razas. “En la medida en que las condiciones de años tras años se vuelven más duras, La Pampa tiene muy claro este año entre incendios y sequías los cambios drásticos de un año llovedor a uno no llovedor, cada vez más el uso de razas con una capacidad de adaptarse a los cambios drásticos de condiciones y mantener las producciones estables, en el mundo se están volviendo de mayor uso. En Argentina nosotros somos pioneros en esto, estamos hablando de un ganado que es compuesto, esto quiere decir que tiene más de dos razas”.
“Estamos teniendo una herramienta que es utilizable, que está probada y ahora estamos en expansión”, indicó Costamagna.