En medio de la sequía que golpea con fuerza a gran parte de la zona productiva, y que en algunos puntos de la región núcleo es peor a la del ciclo seco del 2008/09 por la escasez de lluvias (lo que incrementa el riesgo de mayores pérdidas), el movimiento de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) estimó ayer que los productores pueden perder unos u$s 2150 millones por el clima caluroso y seco instalado hace más de dos meses.
«El déficit de lluvia de los últimos meses ya genera impactos negativos importantes en la producción agropecuaria, que podrían agravarse aún más si no llueve en los próximos días», expuso la entidad, en línea con las advertencias que se vienen realizando desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y las entidades gremiales del campo.
El Movimiento CREA, que conforman más de 2000 empresas agropecuarias, remarcó las lluvias muy deficitarias que se registran desde fines de 2017 a la fecha.
Resaltaron que, como consta en los registros del Servicio Meteorológico Nacional, las lluvias del trimestre noviembre-enero fueron de entre 100 y hasta 300 milímetros por debajo de lo normal. Y que el impacto productivo de la sequía fue atenuado, al menos en algunas situaciones, «por la alta reserva de agua de los suelos y la presencia de napa freática por las altas lluvias de 2017.
Indicó que entre las empresas CREA en las principales regiones productoras, el 67% registraba suelos con déficit hídrico y 33% con regular.
«El rendimiento proyectado de las áreas sembradas ya se ve reducido, aunque los próximos días serán clave para determinar la magnitud de la pérdida», señaló el estudio. De acuerdo con el sondeo, el 92% de las regiones espera rendimientos por debajo del promedio para los cultivos de la campaña gruesa.
Además del efecto negativo en la producción de granos y oleaginosas, desde CREA alertaron que comienza a evidenciarse impacto en la ganadería de carne y de leche.
En ese sentido remarcaron que, entre sus asociados, «hay productores ganaderos que están adelantando los destetes y, eventualmente, la venta» de los nuevos terneros. En lechería, en tanto, el 52% de las regiones tienen niveles de producción regular, así como una baja en la producción de pasturas. «El aumento de los precios de soja y maíz, producto de la sequía, y la reciente evolución del tipo de cambio, están generando impactos económicos variados dependiendo de la producción», puntualizó CREA.
Chicago en alza
Tras la pausa del lunes, y aunque disminuyó el ritmo de subas de las primeras horas, la soja volvió a subir en Chicago, hasta u$s 385,6 la tonelada para la posición mayo.
El mercado opera entre el renovado deterioro en la cosecha argentina, con la harina de soja en máximos desde junio de 2016, y las crecientes perspectivas de rendimientos en Brasil, donde la recolección está demorada pero a paso firme.
«La prima climática crece a medida que transcurren los días en Argentina sin chaparrones relevantes y se consolida con los pronósticos de corto plazo con lluvias que esquivan las áreas más determinantes del país: Buenos Aires, sur de Santa Fe y Entre Ríos», indicaron desde la corredora de granos Zeni.