Según el más reciente informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la campaña sojera de este año cubrió 16,3 millones de hectáreas (el 97,1% del área prevista), pero con un rinde promedio y una producción nacional muy bajas. Mientras avanza la cosecha de las últimas parcelas con soja tardía sembrada en diciembre, el total nacional está en 35,4 millones de toneladas, con un rinde medio nacional de 21,7 quintales por hectárea, que al fin de la campaña podría redondearse en una cifra aún menor de 21,4 qq/Ha, el más bajo desde la sequía de 2008/09.
Queda por levantar algo menos de medio millón de hectáreas, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, mientras que en el NOA, Sur de Córdoba, Núcleo Sur y Centro-Este de Entre Ríos ya se dio por terminada la campaña en estos días, con rindes muy por detrás de los del año anterior. Por ejemplo, según el último documento elaborado por la Bolsa de Comercio y el Ministerio de Producción de Santa Fe, la soja de este período se caracterizó por una gran heterogeneidad, primando una baja calidad y un rendimiento mínimo de entre 2 a 5 qq/ha y máximos de entre 22 y 28 qq/ha (en algunos lotes excepcionales se lograron 32 qq/ha). Según el último informe semanal de la Bolsa de Comercio de Rosario, el 5% de la superficie sembrada con soja en el sur de la provincia sigue sin cosechar, afectada por los excesos de humedad, y podrían quedar abandonadas. La zona más retrasada es el noreste bonaerense, donde los temporales recientes hicieron que aún se encuentren pendientes de recolección un 10% de lo sembrado.
Claramente el principal factor para el desempeño negativo de la soja en esta campaña tuvo que ver con la fuerte sequía estival, seguida por una muy alta humedad durante el otoño. La región centro-este de la provincia de Entre Ríos fue una de las más afectadas, registrándose rindes promedio de 9,7 qq/ha (una caída del 66% respecto de los 28,3 de la campaña 2016/17). Si se lograran los 36 millones de toneladas, fijados como modesto objetivo para esta campaña 2017/18, esto implicaría una caída récord interanual de 37,4%, con un volumen final apenas mayor al 2008/09.
Por último, además de la histórica caída en rindes y producción total, hay que tomar en cuenta que el contenido de proteína en soja resultó ser el más bajo de la historia, según confirma un informe del INTA Marcos Juárez. Su Laboratorio de Calidad Industrial y Valor Agregado de Cereales y Oleaginosas, que realiza un muestreo sobre la calidad de la soja de primera y segunda siembra desde hace 21 años, informó hace algo más de un mes que para esta campaña se registró un valor proteínico de 34,6% para el grano en la zona núcleo, muy por debajo del promedio histórico de 38,2%. En el grano de segunda la proteína fue de 35,4%, con máximos de 38.
Estos valores implican además un problema para la industria, que puede tener problemas para procesar homogéneamente granos con distintos grados de daño según su proveniencia, variedad y fecha de siembra. Las partidas muy dañadas por los temporales complican el proceso en la industria oleaginosa ya que pueden introducir un exceso de clorofila en los aceites.
La Bolsa de Comercio de Rosario también confirmó que el crushing acumulado en los meses de abril y mayo resultó ser el más bajo desde la campaña 2008/2009, superando apenas los 7 millones de toneladas, a pesar de un aumento en la importación de granos de soja, que durante esos mismos meses alcanzó los 1,14 millones de toneladas.