Esta decisión fue el resultado de serias preocupaciones sobre el uso de la hormona estradiol en el ganado
El 5 de noviembre, la Unión Europea y el Reino Unido anunciaron la suspensión total de las importaciones de carne de vacuno de Brasil.
Los reguladores europeos señalaron que Brasil no podía garantizar la ausencia de esta hormona en la carne, que es un requisito obligatorio para las importaciones a Europa.
Razones de la prohibición
El estradiol es una hormona sexual que se utiliza en algunos países para acelerar el crecimiento del ganado. Sin embargo, su uso en el ganado está estrictamente prohibido en la Unión Europea debido a los posibles riesgos para la salud humana.
Una auditoría reciente realizada por expertos europeos encontró deficiencias significativas en el sistema de trazabilidad animal de Brasil. Esto significa que el control sobre qué hormonas se utilizaban en la cría del ganado era ineficaz. Impacto económico Según la oficina de estadísticas brasileña Agrifatto, el Reino Unido representa el 6,9% de las exportaciones totales de carne de vacuno de Brasil.
En los primeros ocho meses de 2024, los envíos de carne de vacuno a Europa y al Reino Unido aportaron al país 521 millones de euros, significativamente menos que los 675 millones de euros de todo el año 2023. Esta caída de los ingresos no solo pone en peligro a los productores de carne brasileños, sino también a la economía del país en su conjunto, dado que la industria cárnica desempeña un papel importante en las exportaciones brasileñas. Es hora de arreglarlo
Brasil tiene doce meses para desarrollar un nuevo protocolo que debería incluir métodos alternativos de certificación de la carne de vacuno. Este tiempo se utilizará para mejorar el sistema de control y garantizar el cumplimiento de las estrictas normas de seguridad europeas
Sin embargo, dada la complejidad y el alcance de esta tarea, no está claro si Brasil podrá cumplir todos los requisitos dentro del plazo. Impacto en el mercado y el consumidor La prohibición de las importaciones de carne de vacuno brasileña también afectará al mercado de productos cárnicos en Europa. Los consumidores pueden enfrentarse a una escasez de ciertos tipos de carne, lo que a su vez podría provocar un aumento de los precios.
Los proveedores alternativos, como Argentina y Australia, pueden intentar llenar el nicho resultante, pero también deben cumplir con estrictos estándares de calidad y seguridad. La interrupción de las importaciones de carne de vacuno de Brasil no es sólo un desafío económico, sino también social. Plantea importantes cuestiones sobre la seguridad alimentaria y la responsabilidad de los productores por la calidad de sus productos.
Brasil, por su parte, no sólo debe resolver el problema del estradiol, sino también mejorar su sistema general de control del ganado para recuperar la confianza de los consumidores europeos y recuperar su mercado. El tiempo dirá si el país puede afrontar este desafío y volver a la escena internacional como un proveedor confiable de carne.
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