La agricultura ecológica en Argentina está experimentando un hito histórico con la reciente exportación de cítricos orgánicos a la Unión Europea, un mercado que se mantuvo cerrado desde 2003. Este logro marca un paso significativo en el impulso de la producción de alimentos orgánicos en Argentina y su reconocimiento a nivel internacional. La ingeniera agrónoma Nora Puppi, del área de Producciones Ecológicas del Senasa, brindó detalles de los desafíos y triunfos de esta hazaña, además se refirió al prometedor futuro de la producción de cítricos orgánicos en Argentina.
Hace algunos días, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación informó que, después de dos décadas, el primer cargamento de cítricos orgánicos argentinos ha ingresado a la Unión Europea (UE). Esto se logró gracias a la certificación otorgada por el Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria (Senasa) y marca un hito en la agricultura argentina. El cargamento, compuesto por 60.5 toneladas de limones, partió desde el puerto de Buenos Aires y llegó a su destino en Europa.
La producción de alimentos orgánicos se rige por normativas rigurosas que promueven la sustentabilidad ambiental y la preservación de los recursos naturales. Esto incluye la restricción del uso de insumos químicos de síntesis, prácticas agronómicas amigables con el medio ambiente, y la implementación de sistemas de trazabilidad en toda la cadena de producción. La calidad orgánica se mantiene desde el origen del cultivo hasta que el producto llega al consumidor, lo que garantiza la integridad de los alimentos orgánicos.
«Desde la década de los 90, Argentina estableció un acuerdo de equivalencia con la UE, lo que impulsó las exportaciones, incluyendo cítricos, hacia Europa. Sin embargo, a raíz de un brote de cancrosis que requería un tratamiento post cosecha específico no disponible en ese momento, por ese motivo se suspendieron los envíos. La condición orgánica siempre se ha mantenido como una prioridad. En mayo pasado, después de negociaciones exitosas, Senasa obtuvo la aprobación para que los cítricos argentinos fueran admitidos como productos orgánicos en la Unión Europea», explica la ingeniera.
Puppi enfatiza que los productos orgánicos deben cumplir estrictamente con la reglamentación, desde el inicio del cultivo hasta la etapa de consumo. Esto incluye la prohibición del uso de insumos químicos de síntesis, la preservación del cultivo contra contaminantes y la trazabilidad a lo largo de la cadena de producción. Los productos orgánicos se destacan por sus prácticas agronómicas amigables y sostenibles. «A pesar de que las exportaciones de productos orgánicos no han experimentado un crecimiento exponencial, hay un mercado en crecimiento tanto a nivel nacional como internacional. Europa, Estados Unidos y Japón son mercados donde la demanda de productos orgánicos está en aumento. Argentina, con su gran potencial y recursos naturales, se encuentra en una posición privilegiada para abastecer a estos mercados», precisó Puppi.
La Ley 25127 y los reglamentos controlados por Senasa son fundamentales en la regulación de la producción orgánica en Argentina. «El país cuenta con una diversidad de regiones productoras, siendo la región pampeana y la zona de Cuyo las más destacadas en cuanto a cultivos industriales. En el caso de los cítricos, Tucumán lidera la producción, seguido por Salta, Entre Ríos y Corrientes, según datos del año 2022«, detalló.
El regreso de los cítricos orgánicos argentinos a la Unión Europea marca un paso importante en la evolución de la agricultura sostenible en el país. Argentina se posiciona como un proveedor confiable de alimentos orgánicos de alta calidad en un mercado internacional en constante crecimiento.
(Fuente: Suena a Campo)
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