En el sector lechero argentino pasan cosas buenas. Una de ellas es la puesta en marcha de una línea de envasado de leche UHT entera y descremada en sachet, que este jueves se dio en Suipacha, provincia de Buenos Aires, en una de las plantas de Lácteos Silvia. Esa leche, pese a venir en sachet, es larga vida.
Esta pyme familiar, con más de 25 años de historia, dio así un paso de importancia en la ampliación de su cartera de productos, en la demanda de materia prima, pero también en la oferta y llegada al mercado de un lácteo de calidad, esencial, de fácil almacenaje y bajo costo.
En un acto en el que estuvieron acompañados por colegas, productores lecheros, amigos e instituciones a los que están vinculados, además de funcionarios nacionales y provinciales, Silvia Peretto y Federico Larroque hicieron un repaso de todo el trayecto que los llevó a concretar un objetivo planteado hace tres años.
Con la experiencia que Federico tenía en la venta de productos lácteos, en 1999 iniciaron la producción de mozzarella en Luján, para avanzar en 2001 en la compra de una planta de la que fue La Vascongada, en San Sebastián, partido de Chivilcoy. “Nos entusiasmamos con cortar leche” y sumaron la producción de queso cremoso, barra, duros y ricota.
En 2012 inauguraron la planta de Suipacha, para seguir ampliando la cantidad de productos donde la mozzarella mudó definitivamente su producción desde Luján en 2020, incluyendo el tratamiento de efluentes.
“Nos habían comentado que se venía en Latinoamérica la leche de larga vida en sachet, que era más económica que una tetra. Viajamos a Colombia a visitar la empresa Essi, que exporta máquinas a 60 países del mundo, nos gustó el sistema y decidimos comprar la línea de ensachetadora séptica, con un esterilizador, un homogenizador, un final de línea que empaca en nylon un fardo de seis unidades”.
Así lo cuenta Federico Larroque, con el entusiasmo que pudo sostener durante los tres años que duró el proceso hasta la inauguración. Primero fueron impedimentos por la guerra en Ucrania y la demora en la llegada de partes para la línea de producción y luego las sabidas demoras en los pagos del anterior Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA).
La actualidad
Actualmente Lácteos Silvia procesa 180 mil litros diarios, sin embargo entre las dos plantas tienen la capacidad de duplicar ese número. En tanto, “la máquina está diseñada para seis mil litros por hora, con dos bocas de salida de producto. La idea es arrancar con tres mil litros por hora, para ir produciendo a medida que la demanda, la venta, evoluciona y luego pasar a seis mil litros por hora, teniendo en cuenta que se puede trabajar en turnos de ocho horas, para un lavado de cinco horas y así se da de forma continua”.
Para Federico, “sería fantástico llegar a sumar cien mil litros diarios. Obviamente vamos a necesitar más leche. La realidad es que tenemos un equipo de productores entusiasmados, creo que van a seguir creciendo en volumen”.
Con 128 trabajadores en la actualidad, Lácteos Silvia maneja parte de la logística con camiones propios y otra parte tercerizada, con destinos en todo el centro y norte del país, aunque sin entrar en la gran competencia que existe en las provincias de Santa Fe y Córdoba. De todos modos, esta nueva leche tratada a alta temperatura para mejorar su conservación y propiedades en sachet puede abrir nuevas oportunidades para la marca.
“Ya firmamos un convenio con Carrefour para hacerles leche larga vida en sachet con la marca Bulnez, por eso arrancamos con tanto entusiasmo y seguimos pensando en nuevos proyectos. Es algo que nunca imaginábamos”.
“Estamos ya pensando en armar una planta de queso untable, de queso cheddar untable, de queso crema untable, y bueno, va añadido crema en pote, es más, ya tenemos los potes hechos”, que se agregarán a una lista de productos que en la planta de UHT puede también producir leche chocolatada y yogur, todo en sachet y larga vida.
Los aprietes de ATILRA
Hay que recordar que en el mes de noviembre Lácteos Silvia sufrió los aprietes, lamentablemente clásicos, de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (Atilra), cuando pretendían el cambio de sindicato de una empleada de limpieza. Esos piquetes, habían bloqueado las tareas normales de la empresa. Esos gestos siempre coinciden con las pymes, con nuevas inversiones, para marcar algunos límites que el gremio nunca quiere abandonar.
En esta situación son varias a las pyme que el sindicato apunta, tal como fue el caso de Lácteos Vidal, que sigue en una contienda judicial para no retomar a empleados que la bloquearon y fueron despedidos, o también el conocido caso de Lácteos Mayol, donde los reclamos siempre se comienzan por la fuerza.
Lácteos Silvia definió su adhesión al Movimiento Empresarial Anti Bloqueo, “para instruirnos, para informarnos y para que basarnos sobre lo que rige la Ley. Que te vengan a bloquear tu fábrica, parar la producción, o a sacarte las ganas de no generar empleo, no es lindo. Ahora es un delito bloquear o parar una empresa, eso nos tiene que motivar a generar más puestos de trabajo, más producción y obviamente nos entusiasma a seguir para adelante «.
Por Redacción La Razón de Chivilicoy