“Con esta idea, nuestra empresa no sólo pretende mejorar sus cultivares de alfalfa a través de la investigación que lleva a cabo el CVT Alfalfa INTA-Palo Verde SRL y con su propio criadero y laboratorio técnico en Hilario Ascasubi (Buenos Aires), sino que además pretendemos mejorar la presentación de la semilla obtenida e incorporar a la técnica del recubrimiento o pildorado seminal, tecnología adicional que mejore su performance a través del uso de polímeros naturales y sintéticos de gran persistencia y adhesividad”, indicó el ingeniero Horacio Gallarino, director técnico y comercial de Palo Verde SRL
De esta manera esta nueva tecnología permite reducir sustancialmente el uso de aglutinantes como el carbonato de calcio que trae aparejado el incremento de peso de la semilla y la reducción en la cantidad de semilla propiamente dicha, por kilogramo de semilla peleteada.
“Estos polímeros tienen un peso prácticamente despreciable frente al de la semilla, y permiten reducir el uso de aglutinantes en más de la mitad, por lo tanto, el incremento de peso que sufre la semilla debido a este pildorado no supera el 10%, sin generar desprendimientos de polvo o producto, mejorando sensiblemente, la cantidad de semillas por unidad de peso de semilla peleteada”, agregó Gallarino.
Posibilita más uniformidad de aplicación
Tanto los polímeros naturales como los artificiales, mejoran la adhesividad de las capas de tratamientos simultáneos que pueden hacerse a cada semilla, mejorando la uniformidad de aplicación. Es así, que podrían hacerse entre cinco y seis tratamientos diferentes y simultáneos en cada semilla de alfalfa, manteniendo la efectividad de cada uno de ellos (fungicidas, insecticidas, inoculantes, fertilizantes, etc.).
“Hoy, la técnica está muy difundida en el pildorado de semillas y/o bulbos de flores y hortalizas en Europa y USA, y fue en este mercado donde se han desarrollado principalmente, debido a que si bien son técnicas algo más caras, que las convencionales, el valor agregado que tienen esta semillas es más alto y no influyen en forma importante en el costo de producción o de venta al público”.
Estos tratamientos tienen un menor tiempo de secado y no forman grumos y/o costras indeseables al momento de la siembra y hacen o contribuyen a que la semilla sea más corrediza, en la dinámica de su siembra. Aunque esto parezca una tontería, es muy importante para lograr una siembra uniforme, en cuanto a cantidad de semilla por metro lineal de surco.
Estos polímeros poseen colores fluor y brillantes, que permiten más rápidamente la ubicación de las semilla pequeñas (alfalfa, tréboles, etc.) en el surco. “En nuestro caso, el tratamiento estándar que utilizaremos en nuestras semillas de alfalfa será en base a un inoculante específico que es Rhizobium melillotti, un fungicida sistémico y un insecticida sistémico, a elección, y un fertilizante micronizado que será un fosfato diamónico como arrancador”, dijo el director técnico y comercial de Palo verde SRL.
A estos tratamientos, se le pueden sumar otros denominados “feel treatment” o “feeling treatment” o sea, “tratamientos sensibles” que consisten en la aplicación de polímeros hidro y termo sensibles. Los hidrosensibles (sensibles al agua) permiten que la semilla se siembre en suelo seco, sin humedad; y con la primera lluvia por mínima que esta sea, la absorben e inician el proceso de germinación. Han dado muy buenos resultados en zonas áridas, para la siembra de pasturas.
En el caso de los termosensibles (sensibles a la temperatura del suelo), se han usado menos, porque su práctica se instaló en zonas de altas latitudes de Canadá donde se siembra la semilla de alfalfa y de gramíneas antes de las nevadas manteniendo la semilla inactiva por baja temperatura del suelo. Luego en primavera, cuando la temperatura aumenta, por encima de determinado nivel, y se comienza el derretimiento de la nieve. Con esa temperatura y humedad la semilla germina.
Así mismo, existen tratamientos difundidos en USA también con una tecnología superior, como es el caso de:
*Un complejo de polisacáridos que nutren a las plántulas para lograr una mejor implantación en el arranque de una pastura
*La utilización de inoculantes con mayor concentración bacteriana, llamados “larga vida”, que permanecen viables más tiempo en contacto con la semilla y permite utilizar la semilla preinoculada de un año para otro sin necesidad de un nuevo reinoculado
*El uso de productos basados en ácidos húmicos y fúlvicos, que generan conocidos efectos benéficos sobre el crecimiento inicial y producción futura de las plantas
“Venimos testeando un producto que contiene una especie de Penicillium spp., solubilizador de fósforo en el suelo, con excelentes resultados en leguminosas, llamado comercialmente “Jump start”, que permite que la formas asimilables de fósforo estén disponibles para las raíces de las plantas a pesar del pH del suelo”, añadió Gallarino.
En esta primera fase, Palo Verde SRL, lanzará al mercado el cultivar conocido como Salina PV con los tratamientos tradicionales, y también una partida de semilla con el uso de estos polímeros novedosos en nuestro ámbito, para que el productor pueda probarlos y hacer su propia experiencia.
El lanzamiento será a partir de Febrero de 2021, y esta semilla denominada Salina PV Plus estará disponible en todos los distribuidores y comercios autorizados de la red comercial Palo verde SRL. “En otras palabras, Salina PV Plus será la alfalfa ya bien conocida por productores y técnicos argentinos, sin ninguna modificación genética aplicada, y esta es la semilla que poseerá el tratamiento descripto anteriormente, que utilizan estos novedosos polímeros”, precisó Gallarino.