El avance chino sobre los mercados mundiales es noticia hace rato, pero a su conquista de nuevos espacios por la vía de colocación de productos han agregado otra modalidad mucho más directa: la compra de grandes empresas que tienen impacto en distintos negocios y países. Esa táctica tiene influencia también en la Argentina, con casos como los de Syngenta, Nidera, Nidera Semillas, Noble, Pirelli, Club Med e Ingram Micro.
Pero eso no es todo. En el Observatorio de Inversiones de la Cámara Argentina China de la Producción, la Industria y el Comercio identificaron 31 casos de inversiones chinas en el país. En algunos casos, los montos se hicieron públicos, pero en la mayoría no. Las cuatro operaciones más grandes entre 2010 y 2017 sumaron US$7200 millones y fueron Cnooc, Sinopec, Shandong Gold e ICBC.
Para poner en contexto esta realidad, hay que decir que la inversión china crece en América Latina más que en cualquier otra parte del mundo. Según el informe La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe, elaborado por la Cepal, el gigante asiático fue el mayor inversor en la región en 2017. «Si bien se posicionó en sexto lugar en cuanto a la cantidad de operaciones (completaron 15 en el año), la magnitud de estas -en torno a los US$18.000 millones- representó el 42% del volumen», se informa en el análisis.
Guillermo Santa Cruz, coordinador del Observatorio de Inversiones de la Cámara Argentina China de la Producción, la Industria y el Comercio, indica dónde se hicieron los mayores desembolsos que impactaron en el mercado local. «Si tomamos pesca, agroindustria y tabaco como parte de un mismo sector, debemos decir que es ahí donde se concentra la mayor cantidad de empresas al día de hoy. Este es un dato razonable, ya que es el sector en el que tenemos mayor complementariedad con China», comenta.
Otro rubro en el que el gigante asiático entró fuerte es el frigorífico. Ernesto Fernández Taboada, director ejecutivo de la Cámara de la Producción, Industria y Comercio Argentino-China, confirma que acá hay cuatro frigoríficos que pasaron a empresas chinas y que la compañía que hace las compras es Foresun Group. «Se destacan allí, el Frigorífico San José (Entre Ríos) y el de Black Bamboo Enterprises (Santa Fe). Además, hay otra empresa china que se ha asociado con una firma argentina, Compañía Central Pampeana, que no tiene frigorífico pero trabaja a fasón con tres o cuatro de ellos», señala.
Pero, ¿qué lleva a los chinos a aplicar esta estrategia? Antonio Aracre, director general de Syngenta para Latinoamérica Sur, puede dar una explicación desde adentro. «China tiene un desafío muy grande que es alimentar una población creciente y con alta conversión de clase baja a clase media. Por eso, quiere asegurar los alimentos: por un lado, hacerse dueños de la tecnología (en este caso, la agrícola, para sus propios productores) y, además, acceder al mercado de América Latina, vía la Argentina y Brasil», explica el ejecutivo.
Según afirma Carlos Clur, presidente de Grupo Eletrolar, también en tecnología muchas firmas chinas, como TCL, Midea, Lenovo y Shanghai SVA, han comprado empresas o invertido en fábricas en América Latina. «No solo es que los chinos venden productos, sino que también hacen sus inversiones en fábricas y compras de compañías. Por ejemplo, TCL entró como socio de Radio Victoria, mientras que Midea compró Carrier, el monstruo de acondicionadores de aire», destaca.
En minería, en tanto, se destacan las empresas que están explotando oro en San Juan (China Gold) y litio en el norte (Jiangxi Ganfeng Lithium y NRG Metals, compañía canadiense que tiene un socio chino). En el rubro de generación de energía tampoco se quedan atrás: allí están Envision Energy, Jinko Solar, Sinohydro y Goldwind, según detalla Santa Cruz.
Siguiendo con los sectores, desde el Observatorio de Inversiones de la Cámara Argentina China de la Producción, la Industria y el Comercio cuentan que entre las navieras están Cosco y China Shipping. Algo más rezagados están en la industria automotriz. «Si bien en los últimos años se vio un incremento de las marcas chinas ofrecidas en el mercado argentino, la realidad es que por el momento son vehículos importados por empresarios locales. El único caso de inversión productiva es de la automotriz BYD, que anunció la instalación de una planta de buses eléctricos en la provincia de Buenos Aires», subraya Santa Cruz.
También hay muchas esperanzas centradas en lo que pueda suceder con las constructoras chinas en los proyectos de Participación Público-Privada (PPP). En la primera que se hizo este año, hay una de ellas que resultó ganadora, China Construction America. Por otra parte, viendo las actividades de las empresas chinas en América Latina, es razonable pensar que pueden llegar a tener una mayor presencia en las futuras licitaciones.
Pronto podría haber noticias, además, en el sector bancario. De acuerdo con información publicada por la Embajada de China, Bank of China mostró interés en comenzar a operar en la Argentina. De concretarse esta operación, se convertiría en el segundo banco chino en el país, luego de que Industrial and Commercial Bank of China (ICBC) adquiriera el 80% de los negocios locales de Standard Bank en 2011.
Una mirada amplia de las compras de empresas chinas en el mundo, permite ver las tres adquisiciones más grandes en los últimos cinco años. China National Chemical Corporation (ChemChina) compró Syngenta, en 2017, por US$43.000 millones; Cnooc adquirió Nexen Inc en 2013, por US$15.100 millones; China Investment Corporation se quedó con Logicor en 2017, por US$14.000 millones.
Otras compras importantes fueron la de Avolon Holdings (HNA Group), que compró CIT Commercial Air en 2017, por US$10.380 millones; la de Li Shufu (Gelly), que adquirió Daimler en 2018, por US$9000 millones; la de Tencent (Supercell, en 2014, por US$8600 millones), y la de Anbang Insurance Group (Strategic Hotels & Resorts Inc, en 2016, por US$6500.