Hay un mercado animado, que empieza a presentar algunos factores alcistas. Por el lado de la oferta de ganado liviano de consumo, el feedlot presenta un nivel de ocupación claramente inferior al que había un año atrás. Con la recría, el proceso de engorde se ha enlentecido. La oferta de ganado del campo, especialmente la de vacas, puede empezar a disminuir en las próximas semanas, de la mano de la estacionalidad.
Una tendencia que se puede acentuar si viene una primavera húmeda y con pasto, como todo indica hasta ahora que sucederá. Del lado de la demanda, muy lentamente mejora la masa salarial, la actividad económica en general y las expectativas; además, hay más plata en la calle por tratarse de un período electoral. En ese contexto, la carne vacuna es un “número atrasado”.
De la mano de China y de la habilitación de nuevas plantas para exportar a ese destino, aumenta la demanda por vacas (gordas, manufactura, conserva) y novillos, con un negocio que encuentra a los exportadores con una “reserva de poder de compra”, que comenzarán a resignar en forma parcial a medida que la oferta afloje. Hay menor oferta en los corrales, en un año electoral, con la demanda exportadora acelerando.
Vacas
La participación de las hembras en la faena, que fue de 42,9 por ciento en 2017, y del 45,5 por ciento el año pasado, resulta del 50 por ciento en el primer semestre de 2019, con picos de 52,3 por ciento en los meses de abril y mayo. Si bien no se puede afirmar con certeza cuál es la faena de hembras de equilibrio, se observa que en el período de liquidación 2007-2010 este índice se ubicó entre los 48 y los 53 puntos, mientras que en el período de recomposición de rodeos de los años 2011-2012, se ubicó entre los 37 y los 40 puntos.
En los años 2014-2015, de relativa estabilidad del rodeo de cría, la participación de las hembras en la matanza se ubicó entre 43 y 45 por ciento. De acuerdo con la experiencia histórica reciente, y en función al registro de faena de hembras del primer semestre de este año, estaríamos desde la primavera pasada entrando en un proceso de liquidación.
Es preocupante, además, que en los últimos meses este porcentaje tan elevado registra un fuerte aumento en la faena de vacas, muchas de las cuales deben ser vientres útiles, al mismo tiempo que se da una baja significativa en la faena de terneras.
Otra manera de registrar la evolución del rodeo de madres es medir la tasa de extracción de las vacas, es decir, la relación entre la matanza de esta categoría y el stock de vacas al inicio de cada ejercicio.
Para los últimos siete años se puede estimar que la tasa de extracción de equilibrio de las vacas sería del orden del 11,8 por ciento, por lo que de mantenerse la matanza actual, que es en términos absolutos 20 por ciento más alta que en el ejercicio anterior, el stock de vacas a marzo próximo podría experimentar una reducción de unos 420 mil vientres.
Con los datos de faena de los últimos meses, se puede proyectar una extracción de vacas (faena/stock) del orden del 13,6 por ciento, bien por arriba de los niveles de equilibrio.
El año ganadero 2019/2020 hace sólo cuatro meses que ha comenzado y esta tendencia negativa podría revertirse, siendo probable que según el resultado de las próximas elecciones la liquidación se acelere, se modere o se revierta.