Las máquinas forrajeras se convierten, en el actual panorama, en un antídoto contra la incertidumbre porque permiten aprovechar el rebrote otoñal de las pasturas.
De esta manera, se pueden acumular reservas que sostendrán en los próximos meses los planteos ganaderos.
Los especialistas del INTA destacan la oportunidad que representa realizar un corte de la pastura en su óptimo nivel de nutrientes y cantidad de materia seca.
Oportunidad
Marcelo Pamies, especialista del grupo de producción animal del INTA Colonia Benítez (Chaco), destacó que “es un momento oportuno para aprovechar el rebrote de otoño y tratar de hacerlo en su óptimo nivel de nutrientes y cantidad de materia seca”.
En este sentido, aseguró que “las precipitaciones de febrero y marzo no fueron suficientes para acumular una buena cantidad de forrajes, por lo que la henificación es una buena opción para ingresar al invierno con buena disponibilidad”.
La henificación tiene como premisa realizar un corte oportuno de la pastura en su óptimo nivel de nutrientes y cantidad de materia seca.
Equipos
Los procesos de la henificación son corte, rastrillado y enrollado o enfardado.
Para el corte de pasturas megatérmicas, Pamies aconsejó usar las máquinas más eficientes como las segadoras a discos con acondicionador que ofrecen corte neto, mínimo repicado y deshilachado.
Sin embargo, reconoció que “el 75 % de la superficie con pasturas implantadas se cortan con corta-hileradora de hélices que tienen como desventaja el mayor repicado, por poseer cuchillas largas”.
Tareas
Para esa situación, aconsejó que las cuchillas estén bien afiladas y mantener constante las revoluciones en la toma de fuerza y una velocidad de avance pareja.
Como actividad previa a las operaciones de corte, es necesario regular los chapones posteriores de la corta-hileradora para lograr andanas acordes a las condiciones climáticas.
La altura de corte aconsejada en pasturas megatérmicas es de 15 centímetros y el mejor horario de corte es cuando se levanta el rocío.
Condiciones
Con respecto al rastrillado, Pamies señaló que se debe iniciar cuando el forraje se estabiliza en el 40 % de humedad, velocidad de trabajo de 7 Km/hora y altura de trabajo que no quede forraje sin mover, evitando pérdidas, pero nunca tocar el suelo.
En cuanto al enrollado, señaló la importancia de arrancar cuando el forraje se estabiliza en 20% de humedad.
La rueda limitadora de profundidad debe evitar el impacto de los dientes recolectores con el suelo y su regulación en altura es de 2 cm por debajo de la altura de corte.
Además, recordó la importancia de ubicar los rollos pegados por sus caras planas formando hileras en dirección Norte-Sur, distanciar las hileras como mínimo 1 metro, aislarlos del piso usando postes, gomas y cubrirlos con alguna lona o plástico hasta la mitad del diámetro del rollo.