La derrota electoral del oficialismo en la gran mayoría de las provincias del país debería llevar al Gobierno a repensar sus políticas. Buscando corregir errores, el cepo a las exportaciones de carne es una de las medidas a remover. Por Miguel Gorelik.
Éste es un medio dedicado al análisis de la producción y los mercados de la carne vacuna y mal podríamos decir que sabemos hacer análisis político, aunque tenemos nuestras ideas, obviamente.
Pero el resultado de las PASO de este domingo ha sido tan sorprendente que no puede quedar ausente de un comentario.
Muchas empresas especializadas en sondeos de opinión pública, con presupuestos millonarios, han errado lamentablemente, así que no nos vamos a arrogar la capacidad de interpretar acabadamente el sentido del voto del 12 de septiembre.
Pero ver el mapa de las cinco provincias centrales del país, que concentran más del 70% de las existencias vacunas, donde muy contados distritos muestran el triunfo del partido del gobierno nacional (en Entre Ríos, ninguno), es un shock.
Y ver que dicho partido ganó o fue primera minoría en sólo seis provincias, ninguna de ellas de las más pobladas, no hace sino agrandar la sorpresa.
Es indudable que el mensaje fue de una clara reprobación a muchas de las políticas llevadas a cabo desde la Casa Rosada. Habrá que analizar cuáles de todas ellas son las apuntadas por la ciudadanía.
También parece bastante claro que, por una cuestión de supervivencia, el Gobierno nacional deberá enmendarlas, si es que tiene la sabiduría de identificarlas y el poder para hacerlo.
Una de esas políticas fue la del “cepo” a las exportaciones de carne, que sí tiene que ver con nuestro medio.
No pretendemos decir que muchos votantes tuvieron este tema en la cabeza al momento de emitir opinión.
Pero forma parte de un conjunto de medidas que no fueron bien pensadas, cuyos objetivos se contradicen con las necesidades de la nación y que no han demostrado resultados positivos.
No es nuestro métier analizar las posibilidades del Gobierno de recuperar sus votos ni cómo.
Sin embargo queremos expresar nuestra expectativa de que la pobrecita idea de limitar las exportaciones de carne, herramienta vieja, gastada e inútil, pueda ser removida a la brevedad en un intento de corregir errores. r
Lic. Miguel Gorelik, Director de Valor Carne